jueves, 31 de diciembre de 2009

Líderes adventistas hablan de la cumbre climática de Copenhague

¿Deberían interesarse los cristianos en cuidar del medio ambiente? Jan Paulsen, presidente de la Iglesia Adventista mundial, dice sin dudarlo que "sí" en un video dado a conocer en YouTube (ver), al momento de la Cumbre de Copenhague.

"Por sobre todas las cosas, el cuidado del medio ambiente se remonta a nuestros comienzos [adventistas]", dijo Paulsen.

El arzobispo de Canterbury dijo que él cree que los cristianos deberían interesarse en el cambio climático. Los líderes de la Iglesia de Inglaterra se unieron a otros 16 directivos del Reino Unido en la Abadía de Westminster el pasado 6 de diciembre para realizar una marcha que busca "detener el caos climático".

Muchos cristianos, sin embargo, no creen que el tema del calentamiento global sea de su interés. Un informe de Barna indicó que solo el 33 por ciento de los evangélicos de Estados Unidos consideran que el calentamiento global es un gran problema.
"Desafortunadamente, no soy demasiado optimista en relación con los resultados de la cumbre", dice Samuel Soret, director del Departamento de Salud Ambiental y Ocupacional de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda.



Por su parte, aunque se muestra más escéptico de los cambios climáticos, el pastor adventista británico Paul Lockham dice que para él, el énfasis está en ser creacionista, que significa "cuidar" de la tierra.

"Sin ser demasiado radical, yo busco hacer mi parte. Somos llamados a ser mayordomos de la creación divina, no cuidadores de un museo ni destructores".

Otros piensan diferente. "Me pregunto qué impacto podemos hacer realmente como cristianos si sabemos cómo va a ser el fin de este mundo", dice el científico Peter Walton, un escéptico del calentamiento global. Para Walton, el problema pasa por otro lado. Y cita al escritor Michael Crichton, quien dijo que "no tenemos la justificación moral de gastar vastas sumas en este tema especulativo cuando no podemos predecir el futuro, pero sí conocer el presente".

Walton sigue citando a Crichton: "Cada siete segundos, surge un nuevo huérfano del SIDA y cada minuto fallecen cincuenta personas por enfermedades relacionadas con el agua contaminada". Walton cree que, en consecuencia, hay que reorientar las prioridades.

Victor Pilmoor, tesorero de la Iglesia Adventista en Gran Bretaña, se refirió hace poco a la cumbre climática a la luz de Génesis 1 y Colosenses 3: "La postura adventista debería ser clara: Nuestra responsabilidad del pacto como mayordomos de la creación es anterior al pecado y sus consecuencias. Debemos respetar todo lo que Dios nos ha dado, más allá de la ciencia", dijo.

Rajmund Dabrowski, director de comunicaciones de la Iglesia Adventista mundial, agrega: "No solo los gobiernos necesitan hacer su parte. El tema de mejorar nuestra mayordomía del medio ambiente constituye también una responsabilidad personal e individual. Por respeto a la creación, como cristiano debería refrenarme en el uso de los recursos mundiales, y equilibrar mis deseos y necesidades".


Fuente: ANN / Adventist News Network

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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Una Autoridad Mundial sobre el Clima. Por José Ignacio Torreblanca

La cumbre de Copenhague era la última oportunidad que los casi 200 Estados que forman la comunidad internacional tenían de demostrar que podían ser parte de la solución al problema del calentamiento global. Lamentablemente, después de lo visto en Copenhague, se ha puesto de manifiesto que los Estados son una gran parte del problema. Ha llegado pues el momento de dar un salto cualitativo y comenzar a pensar en cómo expropiarles de la capacidad de decidir acerca del futuro del planeta.

Suena revolucionario pero no hay que alarmarse: en el fondo, la política sólo consiste en decidir cuánta autoridad queremos asignar a qué nivel para resolver qué problemas. Para los políticos, la política es el arte de lo posible, pero para los politólogos la política no es olfato, sino ciencia. Y si algo sabemos es que los diseños institucionales importan, es decir, que las posibilidades de resolver los problemas están íntimamente ligadas a los mecanismos que utilicemos para tratar de solventarlos. El Estado español ha renunciado a emitir su propia moneda, delegando esa competencia en una autoridad monetaria supranacional: gracias a que el Gobierno no puede darle a la máquina de fabricar billetes para salir de la crisis, la crisis no es más grave aún.

Sólo tenemos un planeta, pero lo gestionamos mediante un sistema de gobierno ridículo basado en un concepto caduco llamado soberanía. En su momento, la soberanía fue un invento útil para poner fin a las guerras de religión e imponer una única autoridad central a los señores feudales. Pero hoy en día, a la hora de gestionar la cuestión del cambio climático, los Obama, Jiabao, Medvédev, Singh y Lula no se diferencian mucho de aquellos señores de la guerra empeñados en preservar su autonomía aun a costa del desastre colectivo. En Somalia gobiernan múltiples facciones que sólo velan por sus propios intereses y lo llamamos Estado fallido. ¿Cómo definimos nuestro sistema climático, donde nadie vela por los intereses colectivos? ¿Un planeta fallido?

Copenhague podía haber acabado de otra manera, sí: igual que Estados Unidos y Rusia han sido capaces de alcanzar grandes acuerdos de desarme nuclear, China y Estados Unidos podían haber alcanzado un acuerdo de largo alcance, comprometiéndose a reducir las emisiones mediante acuerdos vinculantes sometidos a verificación y un régimen de sanciones que lo respaldara. También podíamos haber visto a los 168 Estados ponerse de acuerdo en un sistema descentralizado de gestión climática en el que cada Estado cumpliera voluntariamente unos objetivos muy ambiciosos con una mínima coordinación. De hecho, hay precedentes de acuerdos similares (como las comunidades de regantes de Valencia, cuyo estudio ha sido crucial en el Premio Nobel de Economía recientemente concedido a Elinor Ostrom). Pero las dos posibilidades eran muy improbables.

La vida está plagada de casos en los que la suma de decisiones racionales desde el punto de vista individual conduce al desastre colectivo: desde las carreras de armamento hasta la deforestación de la Amazonía, pasando por los pánicos bancarios o la extinción de las anchoas del Cantábrico, la inexistencia de acuerdos vinculantes para las partes y una autoridad superior que los supervise suelen estar en la raíz del fracaso. El caso del cambio climático es el paradigma de un sistema de toma de decisiones estructuralmente sesgado para producir resultados subóptimos.

Curiosamente, la Unión Europea, a pesar de haber quedado marginada por la pelea entre Estados Unidos y los emergentes, tiene dos tipos de tecnologías clave para resolver el problema del cambio climático. El primer conjunto de tecnologías engloba los sistemas de comercio de emisiones (perfectibles pero que abren una importante vía); su capacidad de innovación tecnológica tanto en la mejora de eficiencia energética como la captura de carbono y su experiencia en el recurso a medidas de fiscalidad verde. Son tecnologías claramente exportables, que ya han conseguido que Europa sea líder mundial en eficiencia, reducción de emisiones, energías renovables, fiscalidad verde, etcétera.

Pero la tecnología más importante de la que dispone Europa es la institucional. Por todo lo que la criticamos por su irrelevancia en el mundo, la UE es la prueba palpable de que es posible dar soluciones supranacionales efectivas a problemas que enfrentan intereses irreconciliables de los Estados. Europa resolvió la rivalidad franco-alemana, que tantos millones de muertos costó, con una fórmula imaginativa y equitativa de acceso y reparto de la producción de carbón, acero y energía nuclear. Hoy en día, parece evidente que sólo una autoridad supranacional que fuera capaz de fijar y recaudar impuestos verdes de forma global y repartirlos de forma equitativa, financiando con dichos recursos las adaptaciones e innovaciones tecnológicas necesarias, podrá prevenir el calentamiento global. Así que, por una vez, Europa tiene algo parecido a una solución ideal. Sólo falta que sea capaz de venderla. ¿Mi predicción? El planeta se calentará.


Fuente: ElPais.com
Autor: José Ignacio Torreblanca, es investigador senior en el European Council on Foreign Relations, así como director de la oficina de Madrid. Antes, trabajó en el Real Instituto Elcano como analista senior en asuntos de la UE. Es doctorado en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y se dedica también a la enseñanza de Ciencia Política y asuntos de la UE en la UNED. Es autor de varios libros y columnista de Foreign Policy en Español, Politique Européenne, Política Exterior, la Revista Española de Ciencia Política y El País.

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lunes, 21 de diciembre de 2009

La Cumbre de Copenhague: Ni justo, ni ambicioso ni vinculante

Las ONG lamentan que el pacto no refleje compromisos firmes
Al comienzo de la Cumbre del Clima las principales ONG del mundo habían concentrado sus reivindicaciones en tres letras. Pedían un pacto "FAB": justo (fair), ambicioso (ambitious) y vinculante (binding). Sin embargo, los tres folios de texto del Acuerdo de Copenhague que dejaban tras de sí los 119 jefes de Estado y de Gobierno se parecen muy poco a eso. "No es ni justo, ni ambicioso, ni vinculante", lamentaba ayer en Copenhague Mar Asunción, responsable de Cambio Climático de WWF. "Estamos muy decepcionados, los líderes mundiales nos han defraudado".

Para Aída Vila, de Greenpeace, "se ha desaprovechado una oportunidad histórica". Una de las frases más repetidas el sábado por los jefes de Estado y de Gobierno, incluido Barack Obama, es que, si bien el acuerdo no es lo que se esperaba, resulta un "primer paso". Pero esta ecologista mostraba ayer su cansancio con tantos primeros pasos dados a lo largo del tortuoso proceso de las negociaciones climáticas. "El primer paso se dio en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, hace 17 años, ahora en Copenhague había llegado el momento de hacer más", insistía la responsable de Cambio Climático de Greenpeace.

"Es un acuerdo totalmente insuficiente, flojo en contenido y en la forma", se desahogaba Vila, también decepcionada con los líderes mundiales a los que tanto habían insistido para que vinieran a la capital danesa. Ya no pensaban lo mismo cuando veían su espantada de Copenhague sin hacerse ni la habitual foto de familia.

"El acuerdo es irresponsable e injusto porque ni siquiera sienta las bases para luchar contra el cambio climático", incidía Asunción, que destacaba que el texto salido de esta cumbre no define objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero.

"Es vergonzoso que después de dos años de sangre, sudor y lágrimas, no hayamos terminado la maratón a tiempo", clamaba José Hernández de Toro, portavoz de Intermón Oxfam. "Los líderes del mundo han tenido una oportunidad real aquí en Copenhague de alcanzar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante, que es el que el mundo necesita. Sin embargo, mientras se cocinaba el acuerdo, se descartó la justicia y se descafeinó la ambición".

Un poco más indulgente se mostraba la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN), cuyos responsables destacaban los avances para frenar la deforestación. "Reducir la deforestación y restaurar los bosques degradados están entre las soluciones más efectivas para la mitigación", afirmaba Stewart Maginnis, director de Desarrollo y Medio Ambiente de la UICN.


Fuente: ElPais.com
Autor: Clemente Álvarez / Copenhague

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martes, 8 de diciembre de 2009

La Agencia Ambiental de EE UU reconoce la amenaza del CO2

La declaración permitirá a Obama tomar medidas para luchar contra el calentamiento global sin pasar por el Congreso

La Agencia de Protección Medioambiental, dependiente del gobierno federal norteamericano, admitió este lunes oficialmente que los gases de efecto invernadero suponen una seria amenaza para la salud de los seres humanos y para la estabilidad del planeta, consumando el importante giro en la política ecológica de la Casa Blanca acometido por el presidente Barack Obama y dándole a éste la potestad de imponer límites a la contaminación al margen del Congreso.

"Estas medidas, que deberían haberse tomado mucho antes, confirman que 2009 será el año histórico en el que el Gobierno de Estados Unidos comenzó a afrontar el desafío de la contaminación de los gases de efecto invernadero y aprovechó el momento para acometer cambios en aras de una energía limpia", dijo ayer la administradora jefe de esa agencia, Lisa P. Jackson, en conferencia de prensa.

El hecho de que esa agencia del gobierno, creada en 1970 con el cometido de aprobar normas ejecutivas para proteger a la población y al medio ambiente, reconozca los efectos perniciosos de la contaminación, supone que la Administración de Obama podrá tomar medidas en contra del calentamiento global independientemente del Congreso y aunque éste no apruebe legislación al respecto.

La Cámara de Representantes aprobó el pasado mes de mayo una normativa que impondría límites a la emisión de CO2 a automóviles, fábricas y plantas energéticas, pero ese proyecto de ley debe ser aprobado aun por el Senado. Obama, que acudirá a la clausura de la cumbre mundial del clima que comenzó ayer en Copenhague, se ha mostrado dispuesto a secundar allí un acuerdo político internacional vinculante para reducir la contaminación.

Jackson no reveló si la Agencia esperará a que el Senado vote aquel proyecto de ley o si emitirá independientemente una normativa que imponga límites a la contaminación, sin esperar al Congreso. Lo que si adelantó es que no admitirá más demoras como las impuestas por la administración del ex presidente George Bush: "No hay más excusas para seguir sin hacer nada. Esta Administración no ignorará a la ciencia y a la ley durante más tiempo".

En 2007, el Tribunal Supremo ordenó al gobierno de Bush que elucidara si los gases de efecto invernadero se consideran contaminantes y perjudiciales para el ser humano. Bush impidió que la Agencia se pronunciara al respecto, por los efectos adversos que una aserción como aquella podría tener sobre el desarrollo económico, el parqué automovilístico y el consumo de energías tradicionales.

Hasta ayer, iba a acudir a la cumbre sin una legislación específica que avale o imponga límites a sus compromisos. A partir de ahora cuenta con la potestad de la Agencia de Protección Medioambiental para emitir decretos. En preparación para su viaje, el presidente se iba a reunir en la Casa Blanca, al cierre de esta edición, con el ex vicepresidente y reputado ecologista Al Gore y con diversos hombres de negocios, científicos y activistas expertos en cambio climático.


Fuente: ElPais.com
Autor: David Alandete / Washington 07/12/2009

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lunes, 7 de diciembre de 2009

El imperativo climático. Por Rajendra K. Pachauri

Por ejemplo, está habiendo cambios en los patrones de precitaciones, con una tendencia a que haya mayores niveles de lluvias en las latitudes superiores del mundo y menores precipitaciones en regiones tropicales y subtropicales, así como en el área del Mediterráneo. También está aumentando la cantidad de casos de lluvias extremas, y se están generalizando. Más aún, la frecuencia e intensidad de las ondas de calor, las inundaciones y las sequías van en aumento.

Este cambio en el patrón y la intensidad de las lluvias tiene serias implicancias para varias actividades económicas, así como para la preparación de los países para manejar emergencias como inundaciones costeras de gran escala o nevazones intensas.

Algunas partes del mundo son más vulnerables que otras a estos cambios. La región ártica, en particular, se ha estado calentando a tres veces el ritmo del resto del planeta. Los arrecifes de coral, los grandes deltas (que incluyen ciudades como Shangai, Calcuta y Dhaka) y los pequeños estados formados por islas son también extremadamente vulnerables al aumento del nivel del mar.

Entre otros efectos negativos del cambio climático se encuentra la posible reducción del rendimiento de las cosechas. Por ejemplo, en algunos países africanos podría llegar a disminuir en un 50% para el año 2020. El cambio climático produciría una mayor escasez de agua, que para el año 2020 podría afectar a entre 75 y 250 millones de personas tan sólo en África.

En general, se estima que las temperaturas aumentarán para el año 2100 entre 1,1ºC y 6,4ºC. Para centrarse con mayor precisión en estos escenarios, el PICC ha concluido que lo más probable es que el extremo inferior de esta gama sea 1,8ºC, y 4ºC el superior. Incluso en la estimación más baja, las consecuencias del cambio climático podrían ser graves en varias partes del mundo, lo que incluiría una mayor escasez del agua, graves efectos sobre los ecosistemas, y vidas y propiedades amenazadas debido a inundaciones en zonas costeras.

Puede haber además graves consecuencias para la salud humana si no se pone control al cambio climático, particularmente mayor morbilidad y mortalidad como resultado de olas de calor, inundaciones y sequías. Más aún, cambiaría la distribución de algunas enfermedades, haciendo más vulnerables a las poblaciones humanas.

Puesto que el efecto del cambio climático es global, hace falta que el planeta como un todo adopte medidas específicas de adaptación. Sin embargo, ya es claro que la capacidad de adaptación de algunas comunidades se verá superada rápidamente si no se reduce la intensidad del cambio climático.

Para ayudar a estas comunidades vulnerables, es esencial que el mundo idee un plan de acción para limitar la emisión de gases que incrementan el efecto invernadero (GEI) . El PICC ha evaluado varios escenarios, y uno que limitaría el aumento futuro de las temperaturas a entre 2 y 2,4ºC requeriría que las emisiones llegaran a su punto máximo no más allá del año 2015, y que se redujeran a partir de entonces. El ritmo de reducción determinaría en qué medida sería posible evitar los peores efectos del cambio climático.

El PICC también ha concluido que un esfuerzo así de estricto para reducir el cambio climático no significaría más de un 3% del PGB global en el año 2030. Lo que es más, hacerlo conlleva enormes beneficios: las menores emisiones de GEI estarían acompañadas de una menor polución del aire y mayor seguridad energética, más producción agrícola y mayores índices de empleo. Si estos beneficios se tomaran en cuenta como un todo, ese coste del 3% del PGB para el año 2030 sería significativamente menor, quizás hasta negativo. El mundo podría optimizar su producto económico y su bienestar al buscar una manera de reducir el cambio climático.

Por tanto, la necesidad de una acción internacional surge de dos importantes observaciones resultantes del trabajo del PICC. Primero, si no mitigamos las emisiones de GHG, será difícil revertir los efectos negativos del cambio climático, lo que implicará más dificultades y posiblemente un riesgo de supervivencia para la humanidad y otras especies.

Segundo, los beneficios de reducir la emisiones de GEI son tan abrumadores que esto, combinado con las perspectiva del daño resultante de la inacción, hace imperativo que el mundo diseñe una respuesta y un plan de acción internacionales. Considerando el reto al que nos enfrentamos, cuya magnitud y naturaleza ha sido claramente descrita por el PICC, la Conferencia de Copenhague, que se ha de realizar este año, debe producir un acuerdo multilateral que lo aborde de manera adecuada.


Fuente: Cop15 / Copenhagen Copyright: Project Syndicate, 2009.
Autor: R. K. Pachauri, ha recibido el Premio Nobel y es Presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático y Director General del Instituto de Energía y Recursos.
Traducción: del inglés por David Meléndez Tormen

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miércoles, 18 de noviembre de 2009

La desertificación también distingue entre ricos y pobres

La Convención de la ONU de Buenos Aires denuncia el doble rasero

El alimento de uno de cada tres habitantes del planeta peligra por la desertificación del suelo. El 40% de las tierras es árido, entre un 15% y un 25% más que en 1990. Además, esos terrenos secos están concentrados en países en vías de desarrollo o pobres. Sin embargo, los 193 Estados miembros de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) no pudieron ponerse de acuerdo después de dos semanas de debate en su novena conferencia, que se celebró hasta la semana pasada en Buenos Aires, sobre un aumento significativo de los fondos para doblegar el fenómeno.

La CNULD logró aprobar el primer mecanismo conjunto para medir la desertificación, pero dispuso un aumento de sólo el 4,3% de su presupuesto para los próximos dos años, a 16,3 millones de dólares, frente al 39% que propusieron los países pobres. EE UU y Japón fueron algunos de los países ricos que se opusieron a un incremento significativo con el argumento de la crisis económica mundial, y apenas cedieron a su pretensión de sostener un "crecimiento cero" en los gastos.

En uno de los discursos más impactantes de la conferencia, el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc, denunció la debilidad de las bases financieras y científicas de la CNULD, que viene a ser como la hermana pobre de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, que en diciembre celebrará en Copenhague una conferencia clave para el futuro posterior al Protocolo de Kioto. Algunos delegados del Tercer Mundo razonaron que tal vez sea porque la desertificación no afecta a las tierras de los países ricos, que prefieren concentrar los esfuerzos económicos en la cita danesa. Minc propuso un fondo anual de 400 millones de dólares para luchar contra el cambio climático, pero con asignaciones específicas para acciones de adaptación contra la desertificación. Agregó que este combate particular "tendría una ventaja más, muy importante y que no debería olvidarse: la inclusión social de millones de personas miserables, con hambre, desasistidas y lanzadas de un lado para otro como bola de pimpón en busca de su planeta, que ya no existe para ellas".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, envió un mensaje a la conferencia de Buenos Aires en el que advirtió que la estrategia de acciones concretas que se trazó la CNULD para el periodo 2008-2018 "es central para mejorar el sustento de más de 2.000 millones de personas afectadas". Cada año, estos fenómenos restan un 1% de la productividad mundial de las tierras, y afectarán a casi el 70% del planeta en 2025 si no se aplican estrategias para detenerlos, según el organismo de la ONU. El secretario ejecutivo de la convención, el beninés Luc Gnacadja, fue más optimista el sábado: "Hay un reconocimiento de que necesitamos duplicar la productividad de la tierra para 2030, porque de lo contrario nos afectará a todos".
Posibles soluciones

La UE planteó una propuesta de crear un fondo de 100 millones de euros anuales adicionales a los existentes para combatir la desertificación y también el cambio climático hasta 2020. La directora de Asuntos Internacionales de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Soledad Blanco, explicó que el fondo debería financiarse con el mercado del carbono, ayudas de los países desarrollados y también de los emergentes más avanzados, como China, India y Brasil. La viceministra sueca de Medio Ambiente, Asa-Britt Karlsson, reconoció los riesgos del incremento de hambrunas y la compulsión a la emigración, al tiempo que criticó que la convención abunde en cuestiones institucionales.

Uno de los anfitriones, el director de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación de Argentina, Octavio Pérez Pardo, planteó que el mundo lleva invertidos 226.000 millones de dólares en mitigar el cambio climático (reducción de emisiones de dióxido de carbono), mientras que sólo ha dedicado 500 millones en adaptación a ese cambio mediante una mejor gestión de suelos, bosques y recursos hídricos. "En esta convención sobre desertificación, hay obligaciones y deberes de países desarrollados y en desarrollo. Los primeros deben apoyar las iniciativas, y los segundos, desarrollarlas. Hay países, como Namibia, que desarrollaron iniciativas, como la rotación de cultivos, y países que han cooperado poco. No estamos conformes para nada con los resultados", concluyó Pérez Pardo.

Países en desarrollo defendieron el uso del conocimiento de los pueblos indígenas en este combate. La conferencia de la CNULD albergó por primera vez un encuentro de científicos, en el que algunos, como Richard Thomas, de la Universidad de la ONU, y Bertus Kruger, de la Fundación para la Investigación del Desierto de Namibia, denunciaron que las grandes compañías extractoras de materias primas contribuyen a la degradación.


Fuente: ElPais.com
Autor: Alejandro Rebossio / Buenos Aires

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jueves, 29 de octubre de 2009

Árboles transgénicos, ¿la solución o el problema?

La genética crea bosques de diseño con fines industriales y ecológicos, pero se ignoran sus riesgos

Un grupo de científicos rusos del Instituto de Química Bioorgánica de Moscú ha anunciado que en otoño comenzarán a plantar 300.000 árboles transgénicos al aire libre en las localidades rusas de San Petersburgo y Nizhny Nóvgorod. Las especies transgénicas que han conseguido copiar son abedules y álamos temblones, y la intención de los investigadores es la de frenar la deforestación y el cambio climático.

Los científicos sostienen que cada año desaparecen extensas áreas de bosques en todo el mundo y creen que la solución es plantar árboles industriales. Los rusos, a través de la web Russia InfoCenter, desvelan que a los abedules y álamos temblones se les transplantaron genes procedentes de pinos y álamos. Según se ha sabido, fue un trabajo muy duro seleccionar los genes necesarios, porque más de 40.000 regulan la síntesis natural de la madera.

El resultado es que los nuevos ejemplares son capaces de dar hasta cinco veces más cantidad de madera para producción de papel, ya que su contenido en celulosa es mayor, así como la cantidad de lignina, un compuesto que dificulta la conversión de la celulosa de árbol en papel o biocombustible como el etanol. Además, crecen con más rapidez. Según los investigadores, estos árboles crecen en 15 o 20 años en lugar de los 25 ó 30 necesarios para un árbol normal.

El primer árbol transgénico apareció en 1987 y sólo en China existen bosques con este tipo de árboles. A este respecto, Antonio Ballester, investigador del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas del CSIC, deja claro que "no existe ningún árbol transgénico para su cultivo, aunque sí están autorizadas plantaciones muy controladas por las correspondientes comisiones de bioseguridad de los diferentes países". Sin embargo, este investigador confirma que en China hay plantaciones de álamos transgénicos sin control.

A pesar de que el interés comercial era bajo durante los primeros 10 años del desarrollo de árboles transgénicos, este ha crecido paulatinamente desde el fin de la década de 1990. A finales del 2003, el 45% de los permisos otorgados fueron para la industria y, principalmente, para álamos. Pero hasta el momento no ha habido un empuje concertado para la comercialización de árboles genéticamente modificados excepto en China, donde se han plantado más de un millón de árboles transgénicos en iniciativas de reforestación a raíz de la aprobación de su comercialización otorgada por la Administración Estatal de Silvicultura de China en 2002. En el país asiático se están plantando grandes cantidades de álamos resistentes a los insectos, la única aprobación conocida de este tipo.

En el caso de Rusia, según la agencia de noticias Informnauka, las pruebas durarían tres años y, si dan los resultados esperados, se fabricarían árboles a escala industrial. Esto debería modificar la legislación rusa, que actualmente prohíbe las plantaciones a gran escala de estos ejemplares modificados.

En realidad todavía se desconocen las consecuencias que para el medio ambiente y los seres vivos pueden tener estos árboles genéticamente modificados. "No tienen porqué ser peligrosos", afirma Ballester, quien desarrolló el pasado año álamos transgénicos capaces de extraer más cantidad de metales pesados del suelo. Su investigación continúa a escala de invernadero y deberán pedir autorización para sacarlos a una parcela de experimentación al aire libre. "Y al cabo de muchos años, podrían permitir su explotación comercial", añade Ballester.

El gen de una bacteria

El equipo capitanedo por Ballester incorporó al genoma de los álamos un gen de la bacteria Pseudomonas putida, un microorganismo común del suelo. De esta manera, los álamos temblones desarrollan una alta capacidad para absorber TNT de suelos y aguas contaminadas.

Pero los ecologistas no están convencidos. A pesar de que la mayoría de las veces sólo se potencia la acción de genes de los propios árboles, podría ocurrir como en los cultivos transgénicos, como el maíz que se cultiva en toda Europa. Según Isabel Bermejo, de Ecologistas en Acción, "hay riesgo de contaminación a otros cultivos y esto en un bosque puede ser mayor, porque sus ciclos son más largos y, por tanto, su permanencia en el medio ambiente es mayor". Además, los ecologistas opinan que puede ser arriesgado reducir el contenido de lignina en los árboles, ya que les proporciona rigidez estructural y resistencia a las plagas.

Por su parte, Juan Felipe Carrasco, especialista en transgénicos de Greenpeace, enumera sus objeciones a este tipo de árboles. "Estos ejemplares pueden contaminar genéticamente en otros árboles o plantas, son un elemento de control alimentario por parte de un puñado de grandes multinacionales y son un riesgo sanitario, ya que está demostrado que el maíz o la soja transgénica produce daños al hígado e incluso reduce la fertilidad", opina. Carrasco afirma que la patata transgénica, cuyo cultivo apoya el Gobierno español, produce resistencia a antibióticos.

A pesar de las voces en contra, las investigaciones con árboles modificados genéticamente sigue su curso. Recientemente se ha dado a conocer que la compañía estadounidense ArborGen quiere plantar 500.000 eucaliptos transgénicos originarios de Brasil en siete estados diferentes de EEUU. La empresa quiere hacerlos crecer para saber si podrían ser una fuente viable de la que extraer biocombustible, medicamentos o fibra de papel.

Muchas organizaciones ecologistas estadounidenses ya han levantado la voz. "Plantar estos árboles a gran escala expandiría el desastre", dicen. Carrasco lo corrobora y se queja de que, en su opinión, "las mismas compañías multinacionales que destruyen bosques en todo el mundo ahora ofrecen soluciones falsas con árboles perjudiciales".

Medicina no tan tradicional

A pesar de la oposición que suscitan los organismos transgénicos, las investigaciones con vegetales modificados genéticamente surgen por todo el mundo. De hecho, a finales de 2008 se supo que la India estaba de lleno en esta carrera de fondo. Según Greenpeace, algunos organismos de investigación del país asiático, como el Centro Biotecnológico Rajiv Gandhi, están intentando modificar genéticamente hierbas medicinales, como jivanti, ashwagandha, brahmi y creat, que forman parte de su medicina tradicional ayurvédica, para aumentar su contenido en principios activos. "Hemos completado el estudio en laboratorio. Aún no está preparado para pruebas al aire libre y tampoco tenemos la licencia para hacerlo. Sólo se continuará la investigación si se consigue la aprobación de las autoridades", dice un portavoz del centro Gandhi.

A pesar de que los investigadores niegan cualquier implicación negativa para el medio ambiente, ya hay gobiernos que prohibieron las pruebas de esta clase de árboles. Uno de ellos fue el Gobierno belga, que hace un año recibió la solicitud por parte del Instituto de Biotecnología de Flandes de que anulara la decisión de algunos de los ministros del Gobierno que prohibía experimentar con estos árboles a cielo abierto. La decisión no tardó en modificarse: en febrero de este mismo año, y ante las presiones de grupos a favor de los ensayos, el Gobierno belga autorizó estas pruebas.

Así que la carrera es imparable, incluso en España, donde se está experimentando con plantas forrajeras, como la alfalfa y el maíz, para hacerlas más digestibles, y el CSIC trabaja con castaños transgénicos para hacerlos más resistentes.

Como esta carrera siga a esta velocidad, "en los próximos cinco o diez años, veremos árboles transgénicos en el mercado", dice Maud Hinchee, jefe de tecnología de ArborGen. Para Greenpeace, es un retroceso. "Se debería parar la deforestación de los verdaderos bosques, que destruye 60 hectáreas al día en Brasil o 40 en Argentina y aumentar la biodiversidad evitando monocultivos forestales", protesta Carrasco.

Plantas sintéticas para capturar y reciclar el CO2

Global Research Technologies, una empresa estadounidense dirigida por Klaus Lackner, de la Universidad de Columbia, ha creado un árbol sintético que, dice, captura CO2 sin necesidad de luz solar. “Son 1.000 veces más rápidos que un árbol normal a la hora de recolectar CO2. Hacen lo mismo que la naturaleza, pero mucho más deprisa”, dice.

De momento sólo hay ‘preprototipos’, como los llama Lackner: una especie de persianas cuyas ‘hojas’, de un polímero cargado con iones positivos, capturan CO2, que después se comprime y se convierte en líquido para usarse como fertilizante o crear combustibles sintéticos.

“Por cada tonelada de CO2 capturada, nuestro árbol necesita energía que sólo emite 200 kilos”. Un árbol sintético puede recoger 90.000 toneladas al año en lugares donde los auténticos serían incapaces de sobrevivir.


Fuente: Publico.es
Autor: Juan Manuel Daganzo / Madrid

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jueves, 15 de octubre de 2009

El día después de mañana. Por Marcos G. Blanco

El alcance letal de los desastres naturales está aumentando: ¿Qué anuncian?

Hollywood ha vuelto a poner sobre el tapete el alcance destructivo que la naturaleza puede poseer. Esta vez, con The Day After Tomorrow [El día después de mañana], una película que muestra en qué estado quedaría la tierra después de ser arrasada por huracanes jamás vistos, olas gigantescas que destruyen ciudades enteras y tormentas de nieve en países tropicales, todos fenómenos provocados por el calentamiento global de nuestro planeta. Estos desastres, en la película mencionada, son el prenuncio de una era glacial, que acaba con la vida sobre la tierra.

¿Sólo ciencia ficción? ¿Fiebre futurista?

Veamos. Hace tiempo que los científicos vienen advirtiéndonos acerca de las consecuencias que la emisión de gases contaminantes tiene sobre nuestro querido hogar, llamado planeta Tierra. El Panel Internacional sobre Cambio Climático (un organismo de la ONU), en un informe avalado por 138 de los 146 premios Nobel de ciencia vivos, ha advertido acerca de “las previsibles y devastadoras consecuencias del calentamiento global del planeta”.

Esta advertencia, lejos de sólo ser una teoría que surgió como fruto de la elucubración de cerebros ociosos, se hace sentir con fuerza. Los desastres naturales ya se están cobrando centenares de vidas.

Veamos algunos casos.

Cambios climáticos extremos y sus consecuencias: La perspectiva de cambios climatológicos extremos preocupa a los expertos, situación agudizada por las devastadoras olas de calor del año pasado, que tuvieron como resultado más de quince mil fallecimientos en Francia. Los meteorólogos han remarcado que el calentamiento global no se manifestará simplemente en un aumento gradual de la temperatura media; además de ello, se esperan cambios climáticos extremos con mayor frecuencia e intensidad, tales como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas. Estos fenómenos se han cobrado millones de vidas en los últimos veinte años, afectaron la vida de muchos otros, y todo indica que esta situación se irá incrementando. Por ejemplo, el huracán Mitch, el más mortal de los que han golpeado el hemisferio occidental en los dos últimos siglos, causó once mil muertos y miles de desaparecidos en Centroamérica.

Hambruna: Estudios recientes acerca de los efectos del cambio climático en la producción de alimentos muestran que los cultivos de cereales tienden a disminuir en los trópicos, por causa de las fluctuaciones extremas en el flujo de riegos. En concreto, preocupa que el cambio climático extienda la malnutrición en África, ya de por sí grave en muchas regiones. Las sequías conducen, además, a incendios forestales, que en algunos lugares –especialmente en Malasia y el Brasil– han sido asociados con un progresivo aumento de enfermedades respiratorias, problemas oculares, lesiones y muertes.

Pestes: El fenómeno de “El Niño” es el factor principal, en un corto plazo, de la variabilidad climática mundial (sin contar las estacionales). Estos cambios climáticos han tenido un profundo impacto en la salud. Muestra de ello es el resurgimiento de las epidemias de malaria en zonas de Latinoamérica y el sudeste asiático, al igual que los brotes de cólera, infecciones por hantavirus o fiebre del Valle del Rift.
De hecho, muchos meteorólogos creen que el calentamiento global puede aumentar la frecuencia y la intensidad de enfermedades y pestes que se creían ya superadas.

“Os lo he dicho antes”

Para un libro como la Biblia, que mira el futuro desde una posición privilegiada, estos datos no son nuevos. De hecho, Jesús mismo predijo las condiciones que reinarían en el mundo natural: “[...] y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (S. Mateo 24:7); “[...] y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares habrá hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales en el cielo” (S. Lucas 21:11).

Jesús respondió con estas profecías a la pregunta directa de sus discípulos: “¿Qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?” (S. Mateo 24:3). De acuerdo con los versículos anteriores, Jesús anunció que, entre las condiciones previas a su segunda venida, se encontrarían los desastres naturales, que irían en marcado aumento. Así, el capítulo 24 del Evangelio según San Mateo menciona que otras señales, más allá de las correspondientes al mundo natural, anunciarían su segunda venida: en el ámbito político (“se levantará nación contra nación y reino contra reino”), en el ámbito social (“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”) y en
el ámbito religioso (“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas”).

Cualquiera que haga un análisis serio de las condiciones en las que se encuentra nuestra humanidad, estará de acuerdo en que estas señales se están cumpliendo ante nuestros ojos. ¿Cuál fue el objetivo de Jesús al dejarnos estas profecías? Él mismo lo dijo: “Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis” (S. Juan 14:29).

Lo que puede enseñarnos una higuera

Pero el objetivo de Jesús al dejarnos estas señales no fue sólo el de que creamos en él. Luego de anunciar las profecías que se debían cumplir antes de su segunda venida, Jesús les dijo a sus discípulos: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (S. Marcos 13:28, 29).

En los tiempos de Jesús, cuando escaseaban los calendarios, las personas se guiaban en cuanto a las estaciones por la naturaleza: si la higuera comenzaba a dar sus brotes, era un indicio de que estaban cerca del verano. En la actualidad, la naturaleza vuelve a constituir un signo de los tiempos. Las señales que Jesús anunció se están cumpliendo ante nuestros ojos; los mismos científicos lo dicen.

Sin embargo, el mundo no terminará tal como lo predicen muchos. La vida sobre este planeta no dejará de existir por causa de una era glacial que cubrirá de hielo la corteza terrestre. No; este mundo tiene un final mucho más prometedor. La Biblia menciona que Dios mismo bajará el telón de la historia humana tal como la conocemos. Será en ocasión de la segunda venida de Jesús, cuando vuelva a buscar a sus hijos para darles una Tierra Nueva, donde “no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor” (Apocalipsis 21:4).

Hoy, la naturaleza anuncia a gritos ese próximo acontecimiento. De ti depende estar preparado.

Mientras escribía un post especial para el "Blog Action Day 09 / Climate Change", recordé este articulo que había leído años atrás (2004) y expresaba lo que deseaba decir. Por lo tanto transcribo este buen articulo de Marcos Blanco. Blog Action Day es una iniciativa global, que año a año, los 15 de octubre procuramos concientizar desde nuestros blogs, sobre algún tema crucial -para el mundo- que hemos votado con meses de anterioridad. Este año ya se han adherido miles de bloggeros y blogs, desde el blog de la Casa Blanca hasta el nuestro. Editor


Fuente: Revista Adventista / Noviembre de 2004. p. 17-18
Autor: Marcos G. Blanco, es licenciado en Teología y redactor de la Asociación Casa Editora Sudamericana.

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Blog Action Day '09 / Cambio Climático



Blog Action Day es un evento anual que se celebra cada 15 de octubre que une a los bloggeros del mundo en publicar sobre el mismo tema el mismo día con el objetivo de provocar debate en torno a un tema de importancia mundial. Blog Action Day '09 será uno de los eventos más grande jamás vistos de cambio social en la web.

Blog Action Day fue fundado por Collis y Cyan Ta'eed en el verano de 2007. Con el apoyo de su equipo en Envato en Australia, así como numerosos voluntarios, reclutaron a más de 20.000 bloggers a escribir sobre el tema de Medio Ambiente el 15 de octubre de 2007 - la primera toma conciencia del Día de Acción de los Blogs, fue un éxito inmediato y muy inesperado.

En 2009, Collis y Cyan pidió al equipo de Change.org, red de blogs líder en el mundo -sobre asuntos sociales-, para asumir la responsabilidad Blog Action Day y ampliar su alcance, quienes aceptaron la invitación.

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martes, 6 de octubre de 2009

Lo más ecológico... ¿que no haya vacas?

Una campaña plantea un día vegetariano a la semana para frenar al mayor emisor de CO2: el ganado - La idea choca con una tendencia global al abuso de la carne como signo de riqueza

¿La ecología contra la ganadería? Una nueva y sorprendente batalla irrumpe en el frente ambiental: reducir el consumo de carne en los países ricos sería un método rápido y eficaz para que cada ciudadano contribuya a frenar el calentamiento global. Menos consumo de carne implicaría menos cabaña y menos emisiones. Pero la propuesta, apoyada por celebridades como Paul McCartney, choca con la tendencia creciente del consumo de carne en todo el mundo, al que se apuntan las regiones emergentes como señal de la riqueza conquistada. Se sabía que abusar de la carne no es saludable. Ahora, además, no es verde.

La campaña se ha puesto en marcha en el Reino Unido con el lema Lunes sin carne. El objetivo: convertirse en vegetariano un día a la semana para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según el ex Beatle, es una forma de contribuir individualmente y sin grandes esfuerzos a la batalla contra el calentamiento global. La carne se puede medir en emisiones de CO2: engullir un kilo de vacuno equivale a viajar 250 kilómetros en coche.

La vaca está en el punto de mira de los ecologistas no sólo por el CO2 que emite a través de su sistema digestivo. También porque para su alimentación se deforestan grandes extensiones de terreno. En defensa de la vaca acude el sector ganadero, nada menos que 1.300 millones de personas en el mundo, y la demanda del consumidor, que pide más filetes.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) calculó en 2006 que De ese porcentaje, buena parte corresponde al el sector ganadero emite más gases de efecto invernadero -el 18%, medido en su equivalente en dióxido de carbono- que el sector de los transportes.gas metano, con un potencial de acumular calor 23 veces mayor que el CO2. El sistema digestivo de los rumiantes, especialmente las vacas, hace que estos animales emitan metano a través de eructos y pedos. Además, grandes extensiones de tierra, sobre todo en América Latina, han sido deforestadas para convertirlas en pastos o producir forraje para alimentar al ganado. Y el estiércol genera óxido nitroso, con un potencial 296 veces mayor de calentamiento global que el CO2.

"Cada vez mayores extensiones se están dedicando al cultivo de soja, para utilizarla como proteína para los piensos, sobre todo en Argentina y Brasil", explica Miguel Ángel Soto, experto en deforestación de Greenpeace España. "En 2006 elaboramos un informe en el que señalábamos a las grandes empresas productoras de soja y a los mayores importadores en Europa, como McDonald's. Los pollos de los McNuggets se alimentaban con soja producida en granjas situadas en áreas deforestadas. Llevamos allí a los directivos de la multinacional para que lo vieran", explica Soto.

Como resultado del viaje, la empresa se unió a una moratoria sobre la compra de soja procedente de áreas de deforestación reciente, en cuya elaboración ha participado el Gobierno de Brasil. Según Greenpeace, la intensidad de la deforestación fluctúa con los precios de la carne y de la soja. Cuando el precio de ambos productos cae en los mercados internacionales, el ritmo de tala de árboles se reduce el año siguiente.

"El 90% de los cultivos de soja que se producen en América Latina se destina a alimentar a los animales en los países ricos. Un filete que se come en España, por ejemplo, muy probablemente provendrá de una vaca europea que se ha alimentado de cultivos brasileños, que han crecido en tierras donde antes había árboles o selva", explica Lasse Bruun, portavoz de Compassion in World Farming, una de las ONG que se han sumado a la iniciativa de McCartney. "Un cambio de comportamiento en los consumidores sería muy importante", opina Bruun, que también aboga por que el tema se incluya en la cumbre mundial del clima que se celebrará en diciembre en Copenhague (Dinamarca). Aunque luego matiza: "Obviamente, es un tema que se entrelaza con valores culturales, con lo que se considera un buen nivel de vida".

La carne y la leche son símbolos de bienestar. Los países en desarrollo no quieren quedarse fuera y comienzan a emular los hábitos alimenticios occidentales. En China e India ya se bebe leche y se come carne de vaca. Es más, el consumo de carne en el mundo se multiplicará por dos a mediados de este siglo, según la FAO. Por el lado de la oferta, una drástica reducción del consumo sería también problemática: unos 1.300 millones de personas subsisten gracias al sector ganadero.

Una voz acreditada que apoya la campaña es la de Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU y premio Nobel de la Paz en 2007. En una conferencia en Londres en 2006, el científico indio explicó que "un granjero puede alimentar a 30 personas durante un año con una hectárea de terreno si produce vegetales, frutas y cereales. Si la misma área se utiliza para producir huevos, leche o carne, el número desciende a entre cinco y 10 personas". Pero la línea de la FAO no es la de apoyar una reducción del consumo. Al menos no como receta para todos los países. "No es una buena recomendación a escala global, porque los países pobres deben aumentar el consumo de carne en sus dietas", defiende Pierre Gerber, responsable de políticas ganaderas del organismo.

En los países ricos, sin embargo, se come demasiada carne. España no es una excepción. Unos 121 kilos al año, según la FAO, más que cualquier otro país europeo. Desde los años sesenta, cuando se tienen los primeros datos, el consumo no ha parado de aumentar. "Hasta 1984 la dieta en España seguía prácticamente al pie de la letra los patrones de la dieta mediterránea, de la que nos estamos alejando progresivamente, porque ingerimos menos hidratos de carbono y más proteínas, es decir, menos legumbres y pan y más alimentos proteicos como la carne", detalla José Manuel Ávila, de la Sociedad Española de Nutrición. "Deberíamos adaptar nuestra dieta a nuestro gasto en proteínas, comer de todo un poco menos y tratar de sustituir parte de las proteínas por hidratos de carbono", aconseja Ávila, quien opina que una campaña como la de McCartney en España sería buena. "El consumo recomendado es de ocho veces al mes". Es decir, dos veces por semana. "Aunque la carne, en su justa medida, es muy necesaria", matiza.

El Foro Mundial de Investigación sobre el Cáncer, con base en Reino Unido, recomienda limitar el consumo de carne roja, como la ternera, el cerdo o el cordero, y evitar por completo las carnes procesadas -como el beicon o el salami-. Para reducir el riesgo de padecer cáncer, el consumo no debería ser mayor de 500 gramos a la semana.

El impacto de la ganadería sobre el cambio climático varía según los sistemas de producción, explica Gerber. En un sistema extensivo, las emisiones de las vacas son mayores, por kilo de proteína que se obtiene, porque se necesitan más vacas para producir una misma cantidad de carne o leche. Cuando la producción es más intensiva, éstas descienden. En el último estadio, una nueva intensificación vuelve a aumentar las emisiones, porque se transporta el alimento desde más lejos -muchas veces desde áreas deforestadas- o porque se consume más energía en la explotación.

No contaminan igual las vacas, los cerdos o los pollos. Según Gerber, "un cuarto de las emisiones del sector son de los rumiantes, sobre todo de las vacas". "Por un kilo de proteína de carne de vaca, se producen entre tres y cuatro veces más gases de efecto invernadero que con la misma cantidad de proteína de carne de pollo, en países de la OCDE", precisa.

Tampoco todas las vacas son iguales si hablamos de gases de efecto invernadero. Las vacas lecheras expulsan el doble de metano. Y las que tienen terneros, todavía más. "Entre 200 y 250 kilos al año", explica Frank Mitloehner, especialista en calidad del aire del departamento de ciencia animal de la Universidad de California. Él y su equipo empezaron a estudiar el impacto de la industria del vacuno en el aire y el cambio climático porque observaron que la calidad del aire en el lugar donde se encuentra su universidad, el valle de San Joaquín, era de las peores en todo Estados Unidos. Y ese mismo valle tiene una concentración enorme de fábricas de producción de leche. "Hay vacas por todos lados", según el científico. Exactamente: dos millones de vacas lecheras, la mayor concentración del mundo. "Nos preguntamos si ambas cosas [la presencia de muchas vacas y la mala calidad del aire] podían estar relacionadas, y encontramos que sí, parcialmente", relata Mitloehner. El estiércol contiene amoníaco que, combinado con los gases emitidos por los coches, "da lugar a unas pequeñas partículas que contaminan el ambiente".

Mitloehner encerró a varias docenas de vacas en "bio burbujas", una especie de invernaderos de 40 metros de largo y 20 de ancho, con estructuras en las que los animales se mueven en grupos de 10. "Así medimos las emisiones", explica. En este proyecto pionero, el investigador descubrió que "los eructos de las vacas representan más de la mitad de las emisiones" de gases de efecto invernadero. El resto proviene del estiércol.

Los datos del informe de la FAO, argumenta Mitloehner, exigen un matiz fundamental. "La FAO habla de que mundialmente el sector ganadero emite el 18% de todos los gases de efecto invernadero. Esa cifra, sin embargo, esconde que las emisiones relacionadas con la ganadería en los países ricos suponen sólo el 3% del total". La razón es sencilla: en los países ricos hay una mayor variedad de fuentes de emisiones, por lo que la importancia relativa de la ganadería es menor. "En algunos países pobres, la ganadería supone hasta el 60% de todos los gases de este tipo que se emiten".

Esto puede explicar por qué en España el sector ganadero sólo representa el 3 % del total de emisiones, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, aunque en los prados y granjas hay más de seis millones de vacas. "La mitad proviene de la fermentación entérica, es decir, de los eructos y las flatulencias de las vacas, y la otra mitad del estiércol", explica Carlos Escribano, Director general de recursos agrícolas y ganaderos. El Ministerio ha aprobado este año el Plan Nacional de biodigestión de purines, que incluye ayudas a los ganaderos para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. El presupuesto es de 80 millones de euros para los próximos cuatro años, que gestionarán a medias el Ministerio y las Comunidades Autónomas. El dinero se destinará a llevar el estiércol a instalaciones para producir biogas y abono para las explotaciones agrícolas. "Para los ganaderos deshacerse de los residuos es un problema, también económico", dice Escribano, "lo que pretendemos es darles alternativas".

"El plan se centra en el estiércol líquido, el de las vacas de leche", apunta Javier López, portavoz de la Asociación española de productores de vacuno de carne. López defiende que el sistema de producción de vacuno en España es "muy diferente al del entorno europeo, e incluso mundial", lo que conlleva que las emisiones sean comparativamente menores. "La alimentación a base de grano hace que las vacas generen menos metano y, además, en España se consume carne de animales muy jóvenes. Las vacas se sacrifican entre los 10 y los 15 meses, y los estudios científicos dicen que las vacas jóvenes generan menos metano", apunta López. En todo caso, la defensa de los productores va más allá de las cifras. Opinan que "el tema se está sacando de quicio". Según López, "es ridículo pensar que comer menos carne va a solucionar el tema del cambio climático. Se coarta a la gente en su alimentación, y luego no se cuestiona el modelo consumista de energía en el que vivimos". Y remata: "Seguro que Paul McCartney no se plantea la utilización del aire acondicionado, o los viajes en avión y jet privado al otro lado del mundo. Hay mucha demagogia".

La ciudad de Gante, en Bélgica, ha sido la primera en sumarse al club y ha declarado los martes "día vegetariano". Varios chefs en el Reino Unido han apoyado el proyecto de McCartney y han creado recetas vegetarianas para la página web de la campaña. La receta de esta semana es del propio McCartney: "La ensalada de Paul para chuparse los dedos". Hojas de espinaca y rúcula, tomates cherry, aguacate y queso feta.

Fuente: ElPais.com
Autor: Antía Castedo

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miércoles, 23 de septiembre de 2009

China y EEUU comprometidos con clima antes de Copenhague

China reveló un plan para limitar las emisiones de carbono para el 2020 y el presidente estadounidense, Barack Obama, pidió a las naciones que actúen ahora para lidiar con el calentamiento global, mientras líderes mundiales intentan inyectar celeridad a las conversaciones por el cambio climático.

Un día después de una cumbre de la ONU sobre clima que reunió a líderes mundiales y antecedió a la Asamblea General anual del organismo, Obama prometió el miércoles promover las energías renovables y compartir tecnología "verde" con países alrededor del mundo.

"Continuaremos avanzando con profundos recortes en las emisiones para alcanzar las metas que fijamos para el 2020 y eventualmente el 2050", dijo Obama en su discurso a la Asamblea General de Naciones Unidas, en el que afirmó que terminaron los días en que Estados Unidos se demoraba en su lucha contra el cambio climático.

A menos de tres meses de una conferencia de Naciones Unidas en la que se buscará sellar un firme acuerdo para combatir el cambio climático, el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, pidió a la cumbre de líderes mundiales celebrada el martes que den a las negociaciones un impulso adicional.

"Pese a que la cumbre no es la garantía de que vamos a lograr un acuerdo mundial, hoy ciertamente estamos un paso más cerca de ese objetivo global", dijo Ban al cierre de la reunión en la noche del martes.

La cumbre de un día convocó a casi 100 jefes de Estado y de Gobierno antes de las conversaciones oficiales entre 190 naciones en Copenhague en diciembre para encontrar un reemplazo al Protocolo de Kioto, cuya primera fase expira a fines del 2012.

Analistas y grupos ambientalistas elogiaron cautelosamente a China y Japón, pero dijeron que el discurso de Obama fue amplio en retórica pero escaso en promesas de acciones específicas.

No obstante, el ex presidente cubano Fidel Castro describió desde La Habana como un "gesto valiente" la posición de Obama sobre el cambio climático y dijo que ningún otro mandatario de Estados Unidos había tenido el valor de decir que los países desarrollados causaron daño al medio ambiente.

Obama dijo el martes en un discurso en Naciones Unidas que el cambio climático es una amenaza real para todas las naciones y reconoció que su país tiene la responsabilidad de proveer asistencia financiera y técnica para ayudar a las naciones más pobres en la lucha contra el calentamiento global.

CHINA PROMETE RECORTAR EMISIONES

En su mensaje, el presidente chino, Hu Jintao, dijo que su nuevo plan incluye un vigoroso desarrollo de la energía renovable y nuclear y prometió que las emisiones van a progresar a un menor ritmo que el crecimiento económico en el futuro.

"Intentaremos por todos los medios reducir las misiones de dióxido de carbono por cada unidad del PIB en un margen notable para el 2020 desde los niveles del 2005", dijo Hu.

La promesa, que marca la primera vez que China acepta tomar medidas para limitar sus emisiones, fue considerada un intento por contrarrestar las críticas, especialmente de Washington, que cree que Pekín está haciendo muy poco para combatir el cambio climático.

El nuevo primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, recibió elogios por ofrecer más ayuda para que los países en desarrollo lidien con el cambio climático. El líder repitió su objetivo de reducir las emisiones japonesas en un 25 por ciento para el 2020 con respecto a los niveles de 1990.

Hatoyama también propuso establecer un marco de trabajo para coordinar la ayuda climática, pero no dio detalles de cuánto dinero ni de qué tipo de asistencia tecnológica brindaría Japón.

Obama detalló el trabajo de su Gobierno en materia climática desde que asumió la presidencia en enero y dijo que Estados Unidos está comprometido a actuar.

Pero no ofreció nuevas propuestas ni instó al Senado estadounidense a aprobar rápidamente una ley climática que muchos observadores consideran crucial para alcanzar un acuerdo internacional.

"La respuesta de nuestra generación a este desafío será juzgada por la historia, porque si fracasamos en abordarlo valientemente, con rapidez y juntos, nos arriesgamos a condenar a las generaciones futuras a una catástrofe irreversible", dijo Obama.
"Se está acabando el tiempo que tenemos para revertir esta tendencia", añadió.


Fuente: EuropaPress.com / Reuters
Autores: Jeff Mason y Claudia Parsons

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martes, 8 de septiembre de 2009

El mundo “se hunde en el abismo” según la ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, emitió un dramático mensaje sobre el cambio climático. "Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos”, dijoEl secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se alarmó este jueves en Ginebra por la aceleración del calentamiento climático que, según él, está hundiendo al mundo en "el abismo".

"Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos hacia el abismo", soltó Ban ante la tercera Conferencia de la ONU sobre el Clima, reunida en Ginebra desde comienzos de esta semana.

El secretario general de la ONU, que acaba de volver del Ártico, donde pudo constatar los estragos del cambio climático, advirtió que "lo que sucede ahora" tendría que haber llegado mucho más tarde, según los pronósticos de los científicos.

"Los científicos han sido acusados durante años de ser alarmistas. Pero los verdaderos alarmistas son los que dicen que no podemos permitirnos iniciar una acción contra el clima porque eso ralentizaría el crecimiento económico", declaró Ban.

"Están equivocados. El cambio climático podría desencadenar un desastre masivo", previno, muy preocupado por las decenas de millones de personas amenazadas en zonas costeras por el aumento del nivel de los mares que provoca el deshielo del Ártico. "¿Qué van a hacer cuando las tempestades empujen el mar hacia el interior de las tierras? ¿A dónde irán?", se preguntó.

ENCUENTRO CLAVE EN NUEVA YORK

Ban depositó todas sus esperanzas en un encuentro internacional de alto nivel que se celebrará el 22 de septiembre en Nueva York por iniciativa de las Naciones Unidas, pero lamentó la lentitud y el carácter limitado de las negociaciones con vistas a la Cumbre de Copenhague de diciembre.

Auspiciada por la ONU, la cumbre de Copenhague intentará hallar un acuerdo internacional para suceder al protocolo de Kioto sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, considerados los principales responsables del calentamiento global.

"No nos quedan más que 15 días de negociaciones (en Nueva York) antes de Copenhague. No podemos contentarnos con progresos limitados. Necesitamos progresos rápidos", dijo.

"En Nueva York, espero negociaciones sinceras y constructivas. Espero que se tiendan puentes. Espero resultados importantes", dijo Ban ante los representantes y ministros de unos 150 países participantes en la Conferencia de Ginebra.

"La respuesta está en un crecimiento (económico) verde, un crecimiento sostenible", insistió el jefe de la ONU. Consideró que "nos hace falta una política que ponga un precio al dióxido de carbono. Un política que envíe una señal fuerte del mercado a las empresas pioneras para un futuro con un nivel bajo de dióxido de carbono. (...) Necesitamos un programa de inversión público para la energía renovable. Necesitamos transferencias de tecnología para una eficacia energética", reiteró.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) "estima que la inversión para alcanzar nuestros objetivos en materia de emisiones (de gases de efecto invernadero) no representaría más que el 2% del PIB mundial anual de aquí a 2030", recordó el secretario general de la ONU.

Esta inversión supondría "menos polución, una mejor salud pública, una mejora de la seguridad alimentaria, menos riesgos de emigraciones masivas y de inestabilidad política, más empleos en la economía verde", concluyó.

Fuente: Observa.com.uy

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lunes, 24 de agosto de 2009

El cambio climático provocará tormentas más intensas

Así lo afirma un estudio realizado por científicos de los Institutos Tecnológicos de Massachusetts y de California

El cambio climático en todo el mundo hará que las tormentas se intensifiquen en los próximos años, pronosticó un estudio publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Sin embargo, según la investigación realizada por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Instituto Tecnológico de California (Caltech), el impacto de las lluvias extremas no será uniforme en todo el mundo. Fuera de los trópicos el patrón es bastante claro, pero los modelos climáticos entregan resultados contrapuestos cuando se trata de los trópicos y será necesaria una investigación más profunda, según los científicos de ambas instituciones.

Los modelos utilizados en el estudio sugieren que en casos extremos las precipitaciones aumentarán en un 6 por ciento por cada grado centígrado de incremento en la temperatura. Según el Programa Conjunto para Ciencia y Política de Cambio Climático del MIT, existe la probabilidad de un aumento medio de la temperatura de 5,2 grados centígrados para 2100.

En general, los estudios han señalado que la precipitación aumentará en zonas tropicales y templadas, pero se reducirá en las regiones subtropicales. Paul O'Gorman y Tapio Schneider, profesores del MIT y Caltech, dicen que lo que importa ahora es determinar la frecuencia y la magnitud de la precipitaciones extremas, por cuanto las lluvias torrenciales aumentan el peligro de inundaciones y de erosión del suelo.

O'Gorman explica que los modelos informáticos usados para las zonas tropicales no son claros respecto a sus pronósticos debido a sus limitaciones. Las zonas de alta y baja presión de las áreas templadas pueden extenderse por miles de kilómetros. En el trópico esas zonas son demasiado pequeñas como para examinarlas de forma directa, según señala.


Fuente: LaVanguardia.com / Efe

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martes, 11 de agosto de 2009

Más de mil objetos podrían chocar contra la Tierra

El 30 de junio de 1908, poco después de las siete, una enorme explosión iluminó el cielo de Tunguska, en el centro de Siberia. Las crónicas de la época cuentan que el sonido atronador fue acompañado por una onda de choque que derribó a las personas, rompió vidrios a kilómetros de distancia y fue registrada en Europa y en Asia.

El "evento de Tunguska", que dejó un escenario devastado en una superficie de 2000 kilómetros cuadrados, es considerado el mayor impacto de un meteorito en la historia reciente de la Tierra.

Esta semana, el choque de uno de esos "vagabundos del espacio" contra la superficie de Júpiter volvió a plantear la posibilidad de que algo similar pueda volver a suceder. Y aunque algunos lo suponen altamente improbable, los programas de seguimiento de objetos potencialmente peligrosos calculan que estos últimos pueden superar el millar.

El cálculo de probabilidades sobre semejante drama en la novela cósmica varía entre quienes hacen la estimación. "Una teoría plantea que los cataclismos podrían ocurrir cada 26 millones de años -dice Claudio Quiroga, astrónomo del Observatorio de La Plata-. En ese lapso, el Sol penetraría dentro del brazo espiral de la galaxia, lo que provocaría una inestabilidad. Se supone que en ese caso "algo" afectaría gravitatoriamente a los cometas y asteroides, y haría que "caigan" hacia el Sol."

Para Gonzalo Tancredi, experto en este tema del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias de Montevideo, Uruguay, para empezar a calcular la frecuencia de colisiones de "cascotes" extraterrestres, lo primero que hay que tener en cuenta es su tamaño.

"Los pequeños impactan en forma más frecuente que los grandes, pero obviamente sus consecuencias son mucho menos relevantes ?explica?. Además, en el caso de la Tierra tenemos una protección, que es la atmósfera, que hace que los que tienen menos de algunos cientos de metros se desintegren totalmente y sólo caigan pequeñas fracciones. La preocupación de un impacto de consecuencias catastróficas en el nivel regional comienza con los de más de 200 metros de diámetro. Para que la catástrofe tenga una escala mundial, o sea, que los efectos se manifiesten en todo el planeta, el objeto tiene que tener más de 1 kilómetro de diámetro. Un impacto de ese tipo produciría una explosión equivalente a cinco millones de bombas nucleares como la de Hiroshima."

Una película de terror

El temor a esta amenaza que inspira argumentos de Hollywood, como Armageddon y Impacto profundo, no está totalmente injustificado.

Las teorías actuales sobre la formación de la Luna sugieren que resultó precisamente de la colisión entre un objeto del tamaño de Marte y la Tierra primigenia. En ese caso, la colisión no fue perjudicial.

"Era una época en la que nuestro sistema solar comenzaba a tomar forma ?dice Alejandro Gangui, investigador del Conicet en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio?. La Tierra era inhabitable y los impactos entre cuerpos astronómicos eran muy frecuentes. Producto de esa colisión, la Tierra habría perdido una parte menor de su masa. Dichos fragmentos, junto con los restos del planeta visitante, y luego de un par de meses de una compleja danza gravitacional, se habrían aglutinado formando la Luna. Y es la presencia de la Luna lo que estabiliza la orientación del eje de rotación de la Tierra. Sin la Luna, con el correr del tiempo, la Tierra no habría podido mantener sus climas como los conocemos ahora. La vida se habría vuelto mucho más difícil."

Hace 65 millones de años, lo que se cree fue el impacto de un meteorito o un cometa en lo que es hoy Yucatán borró de la faz de la Tierra a dos tercios de las formas de vida conocidas, entre ellas, a los dinosaurios. Es lo que se deduce, entre otras cosas, de analizar el registro geológico de esa época: muestra una capa rica en iridio y llena de cuarzo comprimido.

El iridio es un elemento abundante en los meteoritos y la estructura cristalina observada en el cuarzo sólo se forma cuando son supercalentados y presionados en un terrible impacto. "Como es sabido, esto permitió también que algunos pequeños mamíferos sobreviviesen y tomaran el nicho que los grandes lagartos dejaron vacante -subraya Gangui-. Millones de años de evolución llevaron al surgimiento del ser humano."

Pero el "catálogo" de impactos por meteoritos excede largamente los de Tunguska y Yucatán.

"[En la Tierra] existen alrededor de 176 cráteres reconocidos -cuenta Tancredi-. Y se calcula que hay alrededor de 1100 objetos (de más de 1 kilómetro de diámetro) que podrían colisionar con el planeta y crear una catástrofe global. Hasta el momento se descubrieron unos 6200 objetos cercanos a la Tierra, de los cuales cerca de 800 tienen más de 1 km de diámetro. O sea, que todavía falta descubrir unos 300 objetos peligrosos."

Para tratar de identificarlos y seguirles el rastro particularmente a los que podrían marcar el final infeliz de la civilización tal como la conocemos, en 1998 la NASA destinó un pequeño presupuesto para crear el programa de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por Near Earth Objects).

Son los que se acercan a menos de 40 millones de kilómetros. Donald Yeomans, director del programa, estimó que un asteroide como el que se estrelló en Tunguska ingresa en nuestra atmósfera una vez cada 300 años y que podría haber unos 375.000 de ese tamaño.
Bombardeo desde el espacio

Estamos siendo bombardeados permanentemene desde el espacio. Algunos de los proyectiles caen varias veces por día y son grandes como una mandarina o una pelota de basquet, otros, como un auto pequeño, ingresan dos veces por año. Casi todo se incinera en la atmósfera o explota en el aire.

Pero hay otros, como el que dejó un cráter de 20 metros en Perú en septiembre de 2007, que nos recuerdan el poder destructivo que poseen.

Cien años después de Tunguska, en enero de 2008, el asteroide 2007 TU24, de unos 250 metros de diámetro, se acercó a once veces la distancia de la Luna. Según Yeomans, acercamientos similares se producen cada tres años, aproximadamente, y el número de asteroides de más de 250 metros probablemente exceda los 10.000.

A fines de ese mismo año, meteoritos originados en un asteroide explotaron sobre Sudán. Según publicó la revista New Scientist, fue la primera vez que los astrónomos detectaron una roca en ruta de colisión contra la Tierra, la observaron atravesar la atmósfera y luego recuperaron algunos fragmentos. Cuando el 2008 TC3 fue descubierto, el 6 de octubre de ese año, estaba a sólo 20 horas de estrellarse contra el planeta. La bola de fuego que provocó fue vista a la distancia por la tripulación de una nave KLM y por varios satélites a medida que descendía a través de la atmósfera.

En marzo de este año, otro asteroide apodado 2009 DD45 se deslizó a sólo 72.000 kilómetros por encima de la superficie terrestre, menos de un quinto de la distancia de la Luna y el doble de los satélites geosincrónicos. Habría tenido entre 20 y 50 metros de diámetro, por lo que rivalizaría con el que cayó en Siberia.
¿Existe alguna manera de neutralizar estos bólidos?

De acuerdo con la primera ley de Newton, todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar por otra fuerza.

Por eso, los cazadores de NEO ya están pensando en algunas estrategias. "Puede haber diferentes técnicas para mitigar las consecuencias de una colisión, dependiendo del momento en que predecimos el impacto y el instante del impacto mismo -dice Tancredi-. Si ese tiempo es de varios años, se pueden intentar técnicas de desvío. Las más aceptadas son las que se denominan «impactor cinético» y «tractor gravitacional». La primera consiste en hacer colisionar algún objeto masivo contra el asteroide y la otra en colocar una nave que jale gravitacionalmente de éste. Las técnicas nucleares son una alternativa, pero muy riesgosa por la posibilidad de que falle el misil. La posibilidad de romperlo también, porque uno termina con una cantidad de fragmentos que podrían colisionar con la Tierra si mantienen su trayectoria original".

"Calcular el impacto de meteoritos contra la Tierra es algo así como jugar a los dados -dice Quiroga-. Por suerte, Júpiter es una 'bestia', gravitatoriamente hablando, y arrasa con todo. Creo que la tecnología militar terrestre es suficiente para afrontar un Impacto profundo. Ahora, si hoy mismo descubrimos uno que se dirige hacia nosotros, no vamos a poder hacer absolutamente nada. De la misma forma en que teóricamente podemos combatir el hambre, pero no vamos a lograrlo hasta que no exista voluntad política de hacerlo. De todos modos, personalmente creo que antes tenemos que preocuparnos por cosas más terrenales que el impacto de un objeto extraterrestre..."

Fuente: LaNacion.com
Autor: Nora Bär

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