miércoles, 21 de enero de 2009

El cambio global agravará la crisis alimentaria

Cada grado más de temperatura puede hacer perder el 16% de los cultivos.

La crisis alimentaria registrada entre 2006 y 2008 ha demostrado la fragilidad del sistema mundial de alimentos, ya que un aumento de la demanda en una zona del planeta y la caída de la producción en otra, junto a las restricciones en las exportaciones de India y Argentina, han provocado un incremento de los precios y la escasez en algunos alimentos. El maíz, por ejemplo, subió el año pasado un 87% en México. Y estas fluctuaciones de precios y suministros podrían agravarse con el cambio climático, ya que, a finales del siglo XXI, las temperaturas medias de las zonas de los trópicos y subtrópicos serán más elevadas que la máxima registrada en el periodo 1900-2006, según un estudio que publica Science.

David Battisti y Rosamond Naylor, investigadores de las universidades de Washington y Standford, respectivamente, han analizado las series históricas de 23 modelos climáticos empleados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y concluyen, con un 90% de probabilidad, que los veranos serán más calurosos en estas zonas del planeta de lo que han sido en el siglo XX.

El aumento de las temperaturas en las regiones de los trópicos tendría "impactos dramáticos en la productividad agrícola y ganadera y en la seguridad alimentaria", afirman los investigadores. El cambio climático es "más serio" que todas las fluctuaciones registradas hasta ahora, añaden. Así, los veranos más calurosos registrados a los largo del siglo XX, como los de Europa occidental en 2003, serán lo habitual a finales del XXI. Ese año murieron en Europa 52.000 personas por la canícula en julio y agosto. En España, en agosto de 2003 se batieron récords históricos para ese mes con 45,8°C en Córdoba, 45,2°C en Sevilla, 44,4°C en Badajoz y 40,6°C en Madrid Cuatro Vientos.

Menos agua

A finales de siglo XXI, las pérdidas en los cultivos serán de entre el 2,5% y el 16% por cada grado centígrado que aumente la temperatura. Frente a la creencia de que los cultivos crecen mejor en climas templados, los investigadores argumentan que las altas temperaturas provocarán daños en las plantas por su incapacidad para adaptarse, reducirán el crecimiento de las hojas y frutos, adelantarán la maduración entre 10 y 20 días, se reducirá la humedad de la tierra y aumentará el consumo de agua. En Italia, durante la ola de calor de 2003 se redujo en un 36% la producción de maíz, y en Francia, un 30%.

Las regiones más afectadas por esta subida de temperaturas serán las zonas tropicales y subtropicales de Asia, África, América y Oriente Medio. A mediados de siglo empezarán a notarse los incrementos de temperaturas, pero en el periodo 2080-2100, gran parte de las regiones mencionadas registrarán veranos más calurosos que los más cálidos del siglo XX.

Maíz y uvas modificados para ser tolerantes a la sequía

"Será muy difícil hacer frente al déficit de alimentos, a menos que se hagan esfuerzos en desarrollo de cultivos adaptados y más tolerantes al calor, y sistemas de riego más eficientes y diseñados para cada tipo de plantación", advierten los investigadores Battisti y Naylor en su estudio. Y es que el agua y las plantas deberán gestionarse de forma diferente a finales del siglo XXI.

Las empresas de biotecnología ya han empezado a desarrollar cultivos adaptados a la sequía, como Monsanto, que cuenta con un ensayo en fase III de su maíz tolerante a la sequía, es decir, una modificación genética que hace que la mazorca necesite menos agua y menos nutrientes para crecer.

Por su parte, la Fundación Genoma España lleva a cabo el proyecto GrapeGen en el que han desarrollado un bio-chip para mejorar la calidad genética de la uva de mesa y controlar factores climáticos como el estrés hídrico o la excesiva insolación. Durante la investigación se han encontrado 2.715 genes nuevos relacionados con el desarrollo de la vid. Además, la Fundación Genoma cuenta con un proyecto específico de estudio del impacto del cambio climático en la producción de uva, en el que se analizarán los genes implicados en la maduración en condiciones climáticas extremas.

Otra de los impactos del calentamiento es la aparición de enfermedades en lugares donde no eran habituales. En el sudeste de Asia, las bananas sufren la enfermedad de Panamá o marchitamiento por Fasarium, y científicos de Queensland han fabricado la primera planta de banana resistente a esta enfermedad mortal, ya que temen que esta patología pueda alcanzar las plantaciones de Queensland y Nueva Gales del Sur (Australia).

Fuente: Público.es
Autor: María Garcia de la Fuente / Madrid

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domingo, 11 de enero de 2009

"Los escépticos del cambio climático deberían mudarse a otro planeta".

RAJENDRA PACHAURI Presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.

A sus 68 años, Rajendra Pachauri permanece al frente desde 2002 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU y dirige el Instituto de Recursos Naturales y Energía de India, en cuyo despacho, abarrotado de premios y medallas acumulados en su larga carrera en defensa del planeta y de los más pobres de la Tierra, recibe a EL PAÍS. El objetivo que persigue este economista indio es advertir al mundo sobre "los peligros que corre si no deja de abusar del planeta", para lo que prosigue una intensa agenda internacional, especialmente desde que le concedieron el Premio Nobel de la Paz (2007).

Pregunta. ¿Qué significa para usted desarrollo sostenible?

Respuesta. Lo primero es garantizar que los recursos naturales que hemos heredado no son dañados ni reducidos, de manera que la próxima generación los reciba en mejor situación que la nuestra. Esto incluye aire limpio, agua limpia, tierra y bosques sanos y biodiversidad. La otra dimensión del desarrollo sostenible es dar oportunidades a la gente. No se puede mantener un sistema que sólo piensa en los ricos. Finalmente, es necesario volver a las esencias de India, donde todo se reutilizaba, y crear una nueva filosofía que ponga fin al derroche, tanto de los recursos naturales como de la energía.

P. ¿Cree que esa filosofía es aplicable a todo el mundo?

R. Por supuesto. En el mundo actual las noticias viajan de un lado a otro con fluidez y si una parte vive de una forma desatará las aspiraciones de la otra. De ahí que debe haber una convergencia en los niveles de vida.

P. ¿Considera que Occidente aceptará limitar su consumo?

R. Sé que es difícil pero será peor si no lo hace porque no se puede tener un mundo dividido. La brecha conduciría al terrorismo, a la ira, al resentimiento de los países más pobres por las dramáticas consecuencias que sufrirán por un cambio climático que no han provocado. La huida de la sequía y de la hambruna provocaría millones de refugiados.

P. ¿Quiere decir que la unidad es imperativa?

R. Absolutamente, pero no significa que tenemos que renunciar a lo bueno obtenido a través del progreso económico. El reto es usar la tecnología y los precios, al tiempo que modificamos el estilo de vida. Ya hemos abusado demasiado de la naturaleza.

P. ¿Cuáles son las prioridades?

R. Hay que cambiar los valores y la filosofía de la vida. Para España, por ejemplo, lo importante es el agua por la escasez que padece. España es también un importador de energía, y ambos problemas deben acometerse a un tiempo. En otros países, lo más serio es la contaminación del aire. Las prioridades deben marcarlas los Gobiernos pero debemos unirnos en la búsqueda de un nuevo modelo de consumo y producción.

P. ¿Cree que Occidente está dispuesto a cambiar sus valores?

R. Pienso que sí. En los dos últimos años ha habido un enorme grado de concienciación entre los más jóvenes. Vamos en la buena dirección.

P. Usted culpa a la acción del hombre del desastre que padece la naturaleza. ¿Cómo puede reconvertirla?

R. Con el uso eficiente del agua y la energía de su entorno. No a las duchas de media hora; no a los desorbitados aires acondicionados y calefacción; no a desaprovechar la luz solar; no al uso continuo del coche. Éstas son acciones individuales o en familia. A nivel industrial, también existe un gran derroche que hay que cortar. No es cuestión de renunciar a la buena vida sino de valorar y respetar la naturaleza y de compartir con otros seres humanos los recursos más básicos.

P. Usted propone comer menos carne...

R. Sí. Es bueno para la salud del hombre y para la del planeta. Hay una gran emisión de gases de efecto invernadero en el proceso para comer un filete, que comienza con el alto consumo en pastos -lo que exige deforestación- y en agua que requiere criar una vaca y continúa por llevarla al matadero, guardar su carne en cámaras frigoríficas, transportarla y cocinarla.

P. Usted es vegetariano...

R. Sí, pero no hace falta ser vegetariano, sólo hay que comer menos carne de vaca.

P. ¿Es demasiado tarde para el cambio climático?

R. No es tarde para evitar la hecatombe. Soy optimista, pero tenemos muy poco tiempo para actuar.

P. ¿A que teme más?

R. A que si no hacemos nada para frenar el cambio climático, los más pobres, que serán los más damnificados, no perdonarán a los países ricos. Habrá convulsiones y guerras porque se agravará la lucha por los recursos naturales, incluidos los del Ártico.

P. Ante la actual crisis económica mundial ¿Dónde invertiría?

R. Si el mundo invierte lo suficiente en la investigación de las energías renovables se acabarían los problemas.

P. ¿Qué le pedirá a Obama el 21 de enero?

R. Que cumpla todas sus promesas electorales, como crear empleos ecológicos. Ha ofrecido un mensaje de esperanza; que lo cumpla, porque tendrá impacto en todo el mundo.

P. ¿Qué opina del acuerdo 20 - 20 - 20 de la UE (20% de reducción de emisiones de efecto invernadero y 20% de aumento en energías renovables en 2020)?

R. Es un buen comienzo, pero Europa puede hacer más. Los ricos deben pagar por el cambio climático porque son históricamente responsables de él.

P. ¿Cree que la respuesta china al cambio climático es adecuada?

R. Hasta ahora China se ha centrado en un crecimiento económico como el occidental, pero hoy hay una gran reevaluación. Creo que en los próximos años veremos grandes cambios en China, que probablemente incluirán el uso eficiente de la energía y de los recursos naturales, así como el apoyo al desarrollo rural en lugar de a la urbanización masiva.

P. ¿Es por la crisis o porque Pekín ha llegado a la conclusión de que el modelo occidental está acabado?

R. Al igual que en India, obedece a la demanda interna. Hace tres siglos estos dos países asiáticos eran las mayores economías, ahora parece que avanzamos hacia esa misma situación, pero hemos de hacerlo de forma responsable, sobre todo si hemos de servir de modelo a otros.

P. ¿A África?

R. África no puede seguir de ninguna de las maneras la senda de Occidente. Si sus condiciones siguen deteriorándose no habrá un Ejército capaz de impedir la avalancha de refugiados sobre España. El mundo desarrollado tiene la obligación de acometer la rehabilitación de África.

P. ¿Debe la ONU emitir una Declaración de los Derechos del Planeta?

R. Sin duda alguna. Ahora trabajamos en un acuerdo global sobre cambio climático que debería de estar listo a finales de año.

P. ¿Qué les diría a los que siguen negando este fenómeno?

R. Trabajamos con transparencia y elegimos a los mejores científicos del mundo. Nuestros informes son aceptados por todos los gobiernos. Los escépticos del cambio climático deberían mudarse a otro planeta.

Fuente: El País.com
Autor: Georgina Higueras

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jueves, 1 de enero de 2009

Un 2008 "catastrófico"

El año que despedimos este miércoles ha sido uno de los más devastadores en cuanto a desastres naturales se refiere, según informó una de las principales aseguradoras mundiales.

La compañía Munich Re asegura en su informe anual que el impacto de las catástrofes naturales en 2008 ha sido mayor que en 2007 por la dimensión de las pérdidas humanas y económicas.

Según la aseguradora, el cambio climático está destrás del poder destructivo de los huracanes e inundaciones que han afectado a nuestro planeta en 2008.

Aunque en los últimos doce meses se produjeron menos fenómenos meteorológicos extremos que el año anterior, el impacto de éstos fue mayor.

En 2008 más de 220.000 personas han muerto a consecuencia de fenómenos como ciclones, terremotos e inundaciones, el mayor número desde 2004, cuando ocurrió el Tsunami que asoló el sureste asiático.

Las pérdidas globales ascendieron a US$200.000 millones, de los que US$45.000 no estaban asegurados, un 50% más que en 2007.

Ello hace de 2008 el tercer año más costosos registrado hasta el momento tras 1995, cuando un terremoto asoló la ciudad japonesa de Kobe, y 2005, cuando el huracán Katrina azotó el sur y centro Estados Unidos.

Cambio climático

"El cambio climático ya se ha iniciado y es probable que esté contribuyendo a que ocurran con más frecuencia fenómenos meteorológicos extremos que provocan desastres naturales", dijo Torsen Jeworrek, de Munich Re.

En 2008 Asia fue el continente más afectado por las catástrofes naturales.

En Birmania el ciclón Nargis provocó la muerte de unas 130.000 personas, mientras que el terremoto que asoló la provincia china de Sichuan en mayo dejó un balance de 70.000 víctimas mortales y millones de personas sin hogar.

Según la aseguradora Munich Re, las pérdidas de US$85.000 millones lo convierten en el segundo terremoto más caro de la historia después del de Kobe.

Aunque estos dos fenómenos causaron el mayor número de pérdidas humanas, las pérdidas económicas para las aseguradoras no fueron elevadas, ya que pocos de los bienes estaban asegurados.

El evento más caro de 2008 fue el huracán Ike, que causó US$30.000 millones en pérdidas. Se trató de uno de los cinco mayores huracanes del año en el Atlántico Norte.

Según el colaborador de BBC Mundo en Cuba Fernando Ravsberg, las autoridades de la isla señalaron que los daños ocasionados por Ike y por los huracanes Gustav y Paloma, superaron los US$9.000 millones, teniendo en cuenta el impacto en las viviendas, las obras sociales, la agricultura y el sistema eléctrico.

Año caluroso

En 2008, alrededor de 1.700 tornados atravesaron EE.UU. causando pérdidas por valor de miles de millones de dólares, igual que las lluvias en Europa causadas por sistemas de baja presión.

Según Munich Re, que cita cifras de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2008 fue el 10º año más caluroso desde que empezaron las mediciones, y destaca que los diez años más calurosos registrados han tenido lugar en los últimos 12 años.

"Es pura lógica: cuando las temperaturas aumentan hay más evaporación y la atmosfera tiene mayor capacidad para absorber vapor de agua, por lo que su contenido de energía es mayor", señala el profesor Peter Hoppe, jefe de investigación de Munich Re.

La periodista de la BBC Jane Barrie señala que la aseguradora recomienda que las naciones adopten "reglas efectivas y vinculantes para reducir las emisiones de CO2" y así combatir el cambio climático.

"Si no lo hacemos a tiempo, será muy costoso para las futuras generaciones", señaló Torsen Jeworrek.

Fuente: BBC mundo
Fotografia: Reuter (detalle) Un niño sobreviviente al terremoto de Sichuan, (23 de mayo de 2008) se corta el pelo en medio los edificios destruidos.

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