domingo, 30 de noviembre de 2008

Cambio climático, ¿por qué debería importarnos?

La escasez de agua o alimentos y la subida de las facturas eléctricas son algunas de las consecuencias del cambio global para los ciudadano

El cambio climático se debe a la emisión de gases de efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles. Más allá de la teoría, repetida hasta la saciedad por expertos y políticos, el fenómeno conlleva una serie de consecuencias irreversibles en la vida cotidiana, desde la escasez de agua y de alimento hasta otras menos conocidas como el incremento de las facturas de suministro de agua, luz y electricidad, la subida de las primas de seguros, o el aumento de las enfermedades tropicales.

A pesar de las teorías escépticas, alentadas por personajes como el presidente checo Vaclav Klaus, prestigiosos expertos mundiales del clima como Brian Fagan, profesor emérito de la Universidad de California (EEUU), hablan de un "largo verano". En los últimos 420.000 años se han sucedido cuatro eras glaciares, de 100.000 años de duración cada una, con interludios cálidos entre una y otra. Desde hace 15.000 años vivimos el último de estos interludios, en el que ha surgido una novedad: el calentamiento global antropogénico, es decir, producido por la actividad humana.

Algunos de los efectos del fenómeno son ya visibles, pero en general se trata de un problema a largo plazo. Por eso muchos países son reticentes a comprometerse y adoptar medidas para reducir sus emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera. Y es que, aunque éstas se estabilizaran, la temperatura aún tardaría unos cuantos siglos en hacerlo. A Fagan le gusta decir que el calentamiento del planeta "es como una enfermedad crónica: no se puede curar, pero debemos aprender a vivir con ella".

Para Miquel Àngel Rodríguez, investigador del Laboratorio del Clima del Parque Científico de Barcelona, el problema del cambio climático se ha enfocado habitualmente desde el análisis de un efecto sectorial concreto. Por ejemplo, "hay gente que, para ganarse la vida, realiza actividades que dependen de los factores ambientales, como un agricultor, que vive del agua, o un hotelero, cuyo negocio depende del buen tiempo".

Hay, además, un efecto indirecto sobre el ciudadano que ejerce una actividad que, en principio, no parece ligada a factores ambientales. "Si la actividad económica del agricultor deja de ser rentable", prosigue Rodríguez, "dejará de producir, y el ciudadano se encontrará con productos que vienen de fuera, lo cual acabará repercutiendo en su bolsillo".

El cambio climático, en definitiva, puede afectar, ya sea directa o indirectamente, al tipo de vida de cualquier ciudadano. Éstas son algunas de las 10 principales consecuencias del calentamiento.

Las diez razones para tenerlo en cuenta

1. Clima

Huracanes, incendios, sequías, tormentas, olas de calor... La década pasada fue la más cálida de los últimos 1.300 años. En 2003, una ola de calor costó la vida a más de 30.000 personas en Europa. Y la temperatura irá ascendiendo, hasta en seis grados a finales de siglo. Según informes de la ONU, el aumento del nivel del mar, sobre todo cuando se derritan los polos, provocará fuertes trombas de agua, afectando a dos millones y medio de personas al año para el 2080.

Hace unos meses, un estudio publicado en Nature probaba que los ciclones son más feroces ahora que hace 25 años. Cuando el agua se caliente un solo grado más, los huracanes de mayor nivel crecerán un 31%. “El gran cambio en la vida cotidiana de los ciudadanos será que tendrán que integrar las informaciones climáticas de su región y gestionar sus decisiones en función de éstas, a corto y medio plazo”, explica Rodríguez.

2. Consumo

La tendencia climática actual, según cuenta Rodríguez, comportará problemas con el suministro de agua y electricidad. “El ciudadano se verá sometido a riesgos que antes no tenía: no podrá prever cuándo se producirá la próxima sequía u ola de calor que provoque un pico de consumo energético y, por tanto, una caída del sistema eléctrico”, explica.

La producción hidroeléctrica en los países mediterráneos disminuirá, al menos, un 25% en los próximos años, pero nuestra demanda será cada vez mayor. Las compañías tendrán que abonar impuestos por las emisiones provocadas por el petróleo, que será más caro.

Como consecuencia, el ciudadano pagará más por las facturas de suministro de agua, gas y electricidad. Y tendrá que plantearse de forma responsable cómo mejorar el consumo dentro de casa para disminuir la contribución a la emisión de gases de efecto invernadero.

3. Economía

Los costes socioeconómicos ocasionados por las inclemencias meteorológicas y las variaciones del clima se han cuadruplicado en los últimos 40 años, según un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). A los efectos derivados de la pérdida de vidas humanas se sumarán los efectos sobre la economía, sobre todo en los países pobres. A escala global, se calcula que las pérdidas económicas asociadas a desastres naturales han pasado de 131.000 millones de dólares en la década 1970-1980 a 629.000 millones de dólares en los años noventa.

Como consecuencia, se augura una corrección al alza de las primas de seguros o bien que algunos riesgos pasen a considerarse de nuevo como no asegurables, comportando el retiro de la cobertura. En la actualidad, las compañías de seguros sólo pagan un 5% de las pérdidas económicas en Asia y América del Sur y del 10% en África.

4. Alimentos

El investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona Francesc Piferrer publicó este verano un estudio que afirmaba que la temperatura a la que están sometidos los peces durante su desarrollo temprano es lo que determina si será macho o hembra. Carlos Duarte apuesta por la acuicultura cuando llegue el momento en el que no podamos vivir del mar.

Pero la producción de carne también puede peligrar. El biólogo recuerda cuántos litros de agua se necesitan para producir un filete: “¡7.000 litros, una piscina entera!”. Algo totalmente insostenible teniendo en cuenta la escasez de agua.

El vegetarianismo no será una cuestión ideológica, sino una necesidad. Miquel Àngel Rodríguez piensa que en el llamado primer mundo no habrá problemas de abastecimiento de alimentos, porque los traeremos de fuera, aunque a un precio elevado.

5. Especies

Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) ofrecen cifras desalentadoras: entre el 20% y el 30% de las especies animales y vegetales del planeta se extinguirá irremediablemente si el calentamiento prosigue al ritmo actual. Si están en lo cierto, dentro de 50 años se habrán perdido alrededor de 1,5 millones de especies. Hay cifras aún más pesimistas. El abogado especializado en temas de medio ambiente Sergio Bulat afirma en su libro Planeta frito (Ediciones Urano) que se perderá un 60% de especies en determinadas áreas montañosas para el año 2080.

Hay casos conocidos de especies amenazadas, como el de los pandas o los elefantes, pero también lo están muchos microorganismos que no vemos pero que proporcionan servicios como la limpieza del aire o del agua, un servicio que tendrán que compensarse con trabajo humano y mucho dinero.

6. Agua

“El futuro de la población humana está vinculado la disponibilidad del agua, y cada vez lo estará más”. Lo dice el biólogo galardonado con el Premio Nacional de Investigación Carlos Duarte, que el año pasado participó en la primera expedición española al Ártico. En septiembre pasado se perdió el equivalente al hielo ártico que se ha fundido en los últimos 15 años.

No hace falta ir tan lejos. Una investigación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología señala que los glaciares de los Pirineos, los únicos activos de todo el país, desaparecerán antes de 2050 debido al aumento progresivo de la temperatura, un total de 0,9 grados desde 1890 hasta ahora. La consecuencia del deshielo de los glaciares de montaña, que son una de las principales reservas de agua dulce, es que más de mil millones de personas padecerán restricciones en todo el mundo; no sólo en África o Asia, sino también en los países mediterráneos.

7. Demografía

Según un estudio del Georgia Institute of Technology y de la Universidad de Hong Kong, existe una conexión entre los cambios en la temperatura y las guerras porque esos cambios afectarán a la disponibilidad del agua, la extensión de los cultivos y la fertilidad de los terrenos. Los más perjudicados serán, como es habitual, los países más subdesarrollados, que no tienen medios para adaptarse a esta nueva realidad.

La situación, sin embargo, afectará también a los desarrollados. “Llegarán refugiados, no sólo económicos y ambientales, sino también por distintos conflictos bélicos”, afirma Miquel Àngel Rodríguez. La presión demográfica será brutal y agravará la brecha entre ricos y pobres. “Otra de las consecuencias”, prosigue el investigador del Laboratori de Recerca del Clima, “es que el mundo será más inestable desde el punto de vista político”.

8. Transporte

El Gobierno español está intentando reducir los mayores focos de emisión de CO2, que se encuentran en el sector energético y en el de los transportes. El primero de ellos ya ha entrado en el mercado de derechos de emisión: cada empresa paga su trozo de tarta en función de lo que consuma.

En el caso del transporte, una de las soluciones es reducir el privado mediante el carsharing (“coche compartido”), un sistema de movilidad basado en una flota de coches compartida por muchos ciudadanos. La consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, presentó recientemente cifras reveladoras. “Los vehículos privados cuentan con un ratio de ocupación de 1,2 personas por coche. Si aumentase un 10%”, hasta las 1,32 personas, en una ciudad de 250.000 habitantes, “se reduciría el número de vehículos en 16.250, las emisiones de CO2 en 21 toneladas y el espacio ocupado en 50.000 metros cuadrados”.

9. Turismo

La vida cotidiana de los que se dedican al sector turístico y de ocio puede verse afectada de forma indirecta por el cambio climático. Los expertos reconocen que la mayor parte de la actividad turística en España, por ejemplo, depende de si hace o no buen tiempo en verano. Si el tiempo en Europa se vuelve mucho más benigno por el aumento de las temperaturas, será más complicado que la gente venga a España.

Por otra parte, “si en el futuro hay menor disponibilidad de agua”, explica Miquel Àngel Rodríguez, “el factor que antes se sacrificará será el ocio, y el último, el uso doméstico”. Llegará un momento en el que la escasez de agua será muy elevada, pero la demanda lo será también. Y entonces será el ocio el que se verá alterado: balnearios, lugares públicos con grandes fuentes, parques acuáticos y de ocio... “Este efecto se notará en los precios, que subirán, y en la calidad de vida de las personas”, añade.

10. Infecciones

Trastornos respiratorios y digestivos, alergias, enfermedades tropicales... Expertos como el doctor Rogelio López Vélez, responsable de la Unidad Médica Tropical y Parasitología Clínica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, alertan de que la salud humana es extremadamente sensible al clima, sobre todo en el caso de enfermedades de las que son portadores los mosquitos: chikungunya, dengue, malaria o cólera, entre las más conocidas.

Miquel Àngel Rodríguez, del Laboratorio del Clima del Parque Científico de Barcelona, advierte de que estas enfermedades exóticas no son debidas al cambio climático en Europa, aunque sí en África. “Las enfermedades tropicales emergentes hoy en día están relacionadas con el tráfico mundial de viajeros y de mercancías. En el futuro, cuando el cambio climático sea mucho más marcado, sí puede ser que proliferen ciertos organismos”, dice

Fuente: Público.es
Autor: Anabel Herrera, Barcelona

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jueves, 13 de noviembre de 2008

La OMS advierte de que el 70% de las causas de enfermedad están relacionadas con el Medio Ambiente

La organización pide que la Salud y las medidas ambientales estén presentes en la toma de decisiones políticas.

El 70 por ciento de las causas de enfermedad están relacionados con factores medioambientales, lo que supone un total de 85 de las 120 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene registradas en su informe del Estado Mundial de la Salud, según informó hoy la directora de Medio Ambiente y Salud Pública de la organización, María Neira.

"Si se toman prevenciones relacionadas con el Medio Ambiente se pueden evitar 13 millones de muertes al año", aseguró Neira, que ha sido invitada a Málaga por el Ayuntamiento para impartir una conferencia esta tarde en el Salón de los Espejos del Consistorio.

Neira consideró fundamental saber concienciar a los ciudadanos de la importancia de las políticas medioambientales, ya que, según explicó, inciden directamente en la salud de las personas, evitando afecciones respiratorias por la contaminación, cáncer derivado de la manipulación de sustancias químicas, y males de tipo cardiovascular por el ambiente urbano y el sedentarismo.

La directora de Salud Pública de la OMS indicó que la alianza entre Medio Ambiente y Salud es importante, ya que las medidas que se toman en una afectan a la otra, "y eso es algo de lo que los ciudadanos deben concienciarse".

"Hay medidas que deben evitarse, como el hecho de que la mitad de la población mundial utiliza leña para hacer fuego, algo que es muy nocivo para la salud", afirmó Neira, que reivindicó la necesidad de que la Salud esté presente en las tomas de decisiones políticas como, por ejemplo, las planificaciones urbanísticas.

"Es necesario dar pruebas y argumentos a los políticos de la importancia de tener en cuenta los factores sanitarios y medioambientales", explicó, y puso como ejemplo las decisiones relacionadas con el tráfico y el impulso de políticas a favor del transporte público o la peatonalización de las calles.

Neira señaló que, en muchas ocasiones, desde el ámbito de la Salud, parece que sólo surgen medidas restrictivas o limitaciones, pero aclaró que es necesario cambiar el enfoque e indicar cuales son los beneficios directos en el bienestar de las personas.

Cuestiones como garantizar el agua potable, la limpieza y recogida de basuras, los problemas acústicos, la contaminación atmosférica, la movilidad y el transporte urbano, son las prioridades que destacó la directora de Medio Ambiente y Salud Pública de la OMS.

Respecto a como puede afectar a la Salud y a las medidas de higiene los movimientos de población, Neira manifestó que no se puede enfocar el problema como personas que transportan enfermedades, sino que hay que intentar equiparar las condiciones higiénicas de estas poblaciones a las de la sociedad en la que se encuentran y establecer sistemas de vigilancia que permitan llevar a cabo actuaciones rápidas en el caso de que se detecte algún problema.

Fuente: Finanzas.com / Europa Press

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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Preparan el mayor simulacro de terremoto de la historia con 5 millones de personas

El sur de California realizará mañana jueves el mayor simulacro de terremotos de la historia de EEUU para entrenar a ciudadanos y equipos de emergencia de cara al temido 'Big One', un seísmo de gran magnitud previsto para los próximos 30 años.

Más de cinco millones de personas participarán en la simulación de un temblor de 7,8 grados en la escala de Richter que, según estimaciones de los científicos, causaría al menos 2.000 muertos, 50.000 heridos, y 200.000 millones de dólares en daños materiales en este estado.

El epicentro del terremoto estaría en la falla de San Andrés, situada en el interior del estado y paralela a la costa, conocida por originar el movimiento telúrico que devastó la ciudad de San Francisco en 1906.

El más multitudinario

"La probabilidad de un gran sismo en esta zona en un plazo de tres décadas es casi de un 98 por ciento, por tanto es una certeza. Los grandes terremotos ocurren cada 150 años en esta región y el último tuvo lugar en 1857", explicó a Efe Jean Paul Ampuero, profesor de sismología en Instituto Tecnológico de California.

Ante la inminencia del mega temblor la coalición de organismos públicos y privados que constituye Earthquake Country Alliance decidió poner en marcha el ejercicio de este 13 de noviembre, llamado "Shakeout ", que supondrá el simulacro sísmico coordinado más multitudinario de los realizados en el país.

"Así se consigue llamar la atención de la gente, concienciar sobre el peligro y enseñar el procedimiento en caso de terremoto, es decir, tumbarse en el suelo, refugiarse (bajo una mesa por ejemplo) y cubrirse la cabeza. Nunca salir corriendo a la calle", comentó Mark Benthien, director ejecutivo de Earthquake Country Alliance.

Escuelas, empresas

Miles de escuelas, empresas, centros médicos así como otras instituciones y también particulares se registraron para participar en la simulación de seísmo que comenzará a las 10 de la mañana hora local (18.00 horas GMT) y tendrá una hipotética duración de 2 minutos.

"El simulacro de esta semana servirá para reconocer cuáles son los puntos débiles y fuertes a la hora de reaccionar a un suceso como éste, aunque es evidente que las capacidades de Los Ángeles se verían superadas y se necesitaría apoyo federal en caso de terremoto real", dijo Ampuero.

Los expertos advirtieron de que más que el colapso de las viviendas debido a un movimiento telúrico, los peligros llegarán por la caída de objetos, rotura de cristales y posteriormente a las sacudidas, los incendios causados por fugas de gas o cortocircuitos.

El último grave, en 1994

La organización del evento distribuyó numerosa información sobre esta práctica en internet a través de las páginas web Shakeout.org, Terremotos.org o Dropcoverholdon.org, ésta última dispone de un juego interactivo para comprobar los conocimientos de los usuarios en seguridad doméstica en caso de seísmo.

El último terremoto de consideración que afectó al sur de California tuvo lugar en 1994 en Northridge, en Los Ángeles, con una intensidad de 6,7 grados que dejó 60 muertos.

El pasado 29 de julio se produjo un movimiento telúrico de magnitud 5,4 con epicentro en Chino Hills, en los alrededores de Los Ángeles, aunque no hubo víctimas.

"No fueron sacudidas precursoras del 'Big One', forman parte de la rutina sísmica en California, son como un mosquito si se comparan con un elefante -en referencia al gran sismo-", dijo Ampuero.

Fuente: 20minutos.es

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domingo, 9 de noviembre de 2008

Doce plagas por el cambio climático

Debido al calentamiento global, se prevé que algunas patologías infecciosas se agraven y propaguen con más facilidad

Bautizadas con el nombre de "la docena mortífera", se prevé el aumento de 12 enfermedades infecciosas debido al cambio climático. Algunas, como la tuberculosis, nunca han dejado de estar presentes y otras, que parecen pertenecer al pasado, como la peste o el cólera, pueden resurgir. La comunidad científica apunta como últimos culpables a los cambios migratorios de las aves y a la proliferación de insectos y arácnidos.

Una docena de enfermedades infecciosas se agravarán y propagarán con más facilidad como consecuencia del cambio climático. Así reza el documento, publicado en el Congreso Mundial de la Conservación de la Naturaleza celebrado recientemente en Barcelona, que muestra cómo el calentamiento global influirá en el desarrollo de estas patologías y las consecuencias que estas enfermedades provocarán en la salud y la economía mundial.

Se estima que el incremento de la temperatura del planeta no sólo causará el derretimiento de los glaciares y el consiguiente aumento del nivel del mar, sino que además se verá modificado el régimen de precipitaciones y, por tanto, de las corrientes fluviales. Este cambio en el ciclo del agua provocará una variación en los ecosistemas que a su vez condicionará una diferente distribución de los agentes patógenos causantes de las 12 enfermedades.

De animales a personas

Un buen ejemplo son las aves migratorias, que como consecuencia del calentamiento global cambiaran las rutas de migración de modo que las enfermedades de las que son portadoras se distribuirán en distintas regiones del planeta. Este hecho ya empieza a hacerse visible con los emergentes brotes de la gripe aviar, ébola, cólera y tuberculosis.

El principal factor de riesgo, aseguran los investigadores, se encuentra en aquellas enfermedades infecciosas que pueden ser transmitidas de animales a humanos. "La salud de los animales está estrechamente relacionada con los ecosistemas en que viven y el medio ambiente que los rodea y cualquier alteración, incluso la más pequeña, puede tener enormes consecuencias en las enfermedades que pueden padecer y transmitir a medida que el clima cambia", comenta Steven Sanderson, presidente la Sociedad de Conservación de la Naturaleza.

La solución que plantean los expertos ante el problema consiste en monitorizar los cambios de localización de la fauna salvaje para poder controlar las migraciones y, así, la distribución de los agentes patógenos. Aunque se conocen las doce enfermedades y algunas de ellas tienen tratamiento, aún falta información sobre como se están extendiendo y propagando por todo el planeta. Entre otras cosas, es importante preparar al personal sanitario para reconocer y mitigar los brotes de las enfermedades que aparezcan en una determinada zona, antes de que se extiendan descontroladamente.

Enfermedades, "nuevas" y "viejas"

Dentro del grupo de las 12, se encuentran viejas conocidas, como la tuberculosis, el cólera o la peste y otras enfermedades que se pueden considerar como más "nuevas", como la gripe aviar. La tuberculosis ha sido, sin duda, durante muchos siglos una de las enfermedades que ha provocado una mayor mortalidad. A mediados del siglo XX, y gracias al descubrimiento de la estreptomicina y las mejoras de las condiciones higiénicas y sociales, la situación mejoró.

En 1993, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró a la tuberculosis como una enfermedad emergente y justificó el aumento en el número de casos relacionados con el VIH y también por los movimientos migratorios. Un grave problema añadido es el de la tuberculosis resistente a los fármacos habituales. Este tipo de microorganismo se encuentra en mayor proporción en las tuberculosis que padecen los pacientes infectados por VIH.

España y Portugal son los países con mayor número de casos de la Unión Europea probablemente por el enorme reservorio de infectados por "Mycobacterium tuberculosis" que hay (muchas personas han tenido contacto con el bacilo en algún momento de su vida, que permanece en estado latente, sin que se manifieste). La tuberculosis bovina (TB), que puede transmitirse al hombre a través del consumo de leche sin pasteurizar, podría aumentar. Los expertos temen que el cambio climático pueda favorecer el contacto entre el ganado y los animales salvajes, aumentando la propagación de la enfermedad.

El cólera es otra de las patologías que potencialmente podría extenderse debido al cambio climático. La enfermedad, causada por la bacteria "Vibrio cholerae" se transmite con mucha facilidad por el agua y alimentos contaminados. Actualmente, la mayoría de los casos tienen lugar en países en desarrollo aunque el aumento de la temperatura de las aguas hace prever un mayor número de casos.

La peste bubónica o peste negra, enfermedad que había causado verdaderos estragos, parece pertenecer a los libros de historia pero puede volver a resurgir. Se propaga a través de los roedores y sus pulgas, que podrían favorecerse del incremento de la temperatura. La gripe aviar es otra de las amenazas relacionadas, ya que las anomalías en el régimen de lluvias y la sequía podrían influir en los movimientos migratorios de las aves y, por tanto, en la expansión de la enfermedad que en los últimos años mantiene a las autoridades sanitarias en alerta bajo la amenaza de una gran pandemia.

INSECTOS Y ARÁCNIDOS

La amenaza se amplía a otras enfermedades infecciosas que, aunque quizás menos conocidas, no dejan de ser preocupantes, sobre todo en los países en desarrollo. Una de ellas es la babesiosis, enfermedad hasta ahora poco frecuente, causada por un parásito transmitido por la picadura de la garrapata del perro. Los síntomas pueden ir desde cuadros leves que pasan casi inadvertidos a otros de mayor gravedad, máxime en pacientes ancianos e inmunodeprimidos.

Esta enfermedad, más prevalente en la zona este de África, ha pasado a ser cada vez más frecuente en Europa y América del Norte. Otra enfermedad transmitida por la picadura de una garrapata es la borreliosis o enfermedad de Lyme. Se trata de una patología que puede resultar de difícil diagnóstico; sus síntomas pueden confundirse con otras afecciones como cuadros gripales, fibromialgia o esclerosis múltiple.

Al igual que en el caso anterior, el aumento de las temperaturas, al favorecer el ciclo vital de las garrapatas, podría ayudar a una mayor difusión de la enfermedad. La fiebre amarilla es una enfermedad vírica, propagada en este caso por mosquitos. A pesar de que afecta las regiones tropicales de África y partes de América central y del sur, podría extenderse a nuevas zonas. La fiebre de Rift Valley es una zoonosis vírica que afecta principalmente al ganado doméstico pero que también puede llegar al ser humano provocándole cuadros graves. El virus se transmite por la picadura de un mosquito. Es más frecuente en el África subsahariana y el norte de África.

La conocida como enfermedad del sueño está causada por un parásito transmitido por la mosca tse-tsé. Puede afectar a personas y animales y es endémica en algunas zonas de África subsahariana. El clima influye en la distribución de la enfermedad puesto que la mosca suele encontrarse en la vegetación que rodea a ríos y lagos, en los bosques y en la sabana. Se conoce como enfermedad del sueño debido a que, en fases avanzadas, se producen trastornos del sistema nervioso central que se traducen en cambios en el comportamiento y períodos frecuentes y prolongados de somnolencia.

La infección por el virus del río Ébola provoca un cuadro grave con elevada mortalidad. En el informe de los expertos se destaca que existen evidencias de que los brotes de esta enfermedad están relacionados con las variaciones inesperadas de las épocas de lluvias. Cabe esperar que en el futuro aumente el número de personas infectadas dado que el cambio climático provoca alteraciones del régimen de lluvias. Finalmente, dos entidades que previsiblemente pueden aumentar son las infecciones por parásitos intestinales y la que se conoce como marea roja, una excesiva proliferación de algas productoras de toxinas letales tanto para animales como humanos.

Fuente: Consumer Eroski.com

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