Los datos actuales indican que será mayor de lo previsto por el último informe científico de la ONU.
El cambio climático, si no se toman medidas efectivas para atenuarlo, será más rápido y más intenso de lo previsto por el último informe de evaluación de los científicos de Naciones Unidas (el IPCC), que se presentó a principios de 2007. Dicho informe era demasiado prudente o conservador, a la vista de las investigaciones más recientes sobre el calentamiento global. Es la conclusión de varios expertos, varios de ellos miembros del IPCC, durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que se celebra en Chicago. Las temperaturas pueden subir entre 2 y 11,5 grados centígrados de aquí a final de siglo, y no entre 1,1 y 6,4 como indicaba el cuarto informe del IPCC, el AR4. "Ahora tenemos datos que muestran que entre 2000 y 2007, las emisiones de gases de efecto invernadero se incrementaron mucho más rápidamente de lo que esperábamos, sobre todo debido a los países en vías de desarrollo, como China e India, que han tenido un enorme crecimiento de la producción eléctrica casi toda basada en el carbón", explicó en Chicago Chris Field , de la Universidad de Stanford (EEUU) y uno de los responsables del próximo informe del IPCC, que se emitirá en 2014 y que" indicará un calentamiento muy superior para el futuro", afirmó.
Si la tendencia actual no cambia, el aumento de las temperaturas supone un alto riesgo de incendio en las selvas tropicales y de fusión de extensas zonas de la tundra ártica, emitiéndose en ambos casos miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero que pueden a su vez, aumentar las temperatura global y generar un círculo vicioso, una espiral incontrolada de causa-efecto hacia finales de siglo, explicó Field. "Hay que evitar sobrepasar el límite a partir del cual la emisión masiva de gases de efecto invernadero empiece a marchar con piloto automático".
En una sesión científica dedicada a los avances científicos sobre cambio climático desde el AR4, Anny Cazenave, del Centro Nacional de Estudios Espaciales (Toulouse, Francia), explicó que las recientes y más precisas medidas sobre el océano global realizadas desde satélites indican que el nivel del mar esta subiendo, como media, unos 3 milímetros al año, es decir, el doble que en el siglo XX. Pero hay zonas, como el Pacífico Occidental, el Océano Antártico y el Sur de Groenlandia, donde la subida registrada es ya tres veces superior, con un centímetro al año.
Además de las selvas tropicales, otro almacén vital de dióxido de carbono en el planeta es el océano. Field explicó que el calentamiento, según estudios recientes, genera aumento de los vientos, como se registra ya en el océano meridional. El viento desplaza la capa superficial de agua y emerge agua más saturada de CO2, lo que limita su capacidad de absorción. Este es un segundo acelerador del calentamiento, explicó el científico de Stanford.
Un tercer factor determinante es la fusión del permafrost en la tundra ártica, que emitirá ingentes cantidades de CO2 almacenado en materia orgánica que ha estado ahí congelada desde hace miles de años. "Las nuevas estimaciones del total de CO2 retenido en el permafrost es del orden de un billón de toneladas (ojo, esta traducido, son mil millones americano)", apuntó Field. "En comparación, la cantidad total de CO2 emitida por la utilización de combustibles fósiles desde el inicio de la revolución industrial es de unos 350.000 millones de toneladas". Se sabe ya que el Ártico está fundiéndose mucho más rápidamente que cualquier otro lugar del planeta y que las plantas congeladas son mucho muy susceptibles a la descomposición al fundirse la tundra, así que este factor también genera un ciclo vicioso de más emisiones/mas calor/más fusión de zonas heladas/más emisiones, ecétera, destacaron los científicos en Chicago. "Estos factores de retroalimentación en la tundra y en las selvas tropicales nos e tuvieron en cuenta en detalle en el último informe del IPCC porque no se comprendían a fondo en su momento", advirtió Fields. "En resumen: ahora sabemos que si no se toman medidas efectivas, el cambio climático va a ser mayor y más difícil de afrontar de lo que pensábamos".
¿Más efecto invernadero por los biocombustibles?
En la misma sesión dedicada a las novedades científicas sobre el calentamiento global Holly Gibbs, de la Universidad de Wisconsin (EEUU) presentó estudios recientes sobre la expansión de los cultivos para biocombustibles y sus efectos. Su conclusión es que si esos cultivos se extienden a expensas de deforestar grandes regiones tropicales, aumentará la emisión de gases de efecto invernadero, en lugar de reducirse.
A esto hay que añadir la creciente presión sobre las selvas, ganando terreno a los árboles, para hacer frente a la creciente demanda alimenticia. Sólo se obtendrá una reducción de emisiones si los cultivos para biocombustibles -sobre todo los más eficaces, como aceite de palma y caña de azúcar- se implantan en terrenos ya degradados o utilizados para la agricultura se obtendrá una reducción de emisiones. Gibbs explicó que los ecosistemas tropicales almacenan unos 350.000 millones de toneladas de carbono e incluso antes de la expansión de los biocombustibles, la deforestación tropical, sobre todo por la expansión de la agricultura, estaba emitiendo ya 1.500 millones de toneladas de carbono a la atmósfera al año.
Fuente: El País.com
Autor: Alicia Rivera (Chicago, enviada especial)
Si la tendencia actual no cambia, el aumento de las temperaturas supone un alto riesgo de incendio en las selvas tropicales y de fusión de extensas zonas de la tundra ártica, emitiéndose en ambos casos miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero que pueden a su vez, aumentar las temperatura global y generar un círculo vicioso, una espiral incontrolada de causa-efecto hacia finales de siglo, explicó Field. "Hay que evitar sobrepasar el límite a partir del cual la emisión masiva de gases de efecto invernadero empiece a marchar con piloto automático".
En una sesión científica dedicada a los avances científicos sobre cambio climático desde el AR4, Anny Cazenave, del Centro Nacional de Estudios Espaciales (Toulouse, Francia), explicó que las recientes y más precisas medidas sobre el océano global realizadas desde satélites indican que el nivel del mar esta subiendo, como media, unos 3 milímetros al año, es decir, el doble que en el siglo XX. Pero hay zonas, como el Pacífico Occidental, el Océano Antártico y el Sur de Groenlandia, donde la subida registrada es ya tres veces superior, con un centímetro al año.
Además de las selvas tropicales, otro almacén vital de dióxido de carbono en el planeta es el océano. Field explicó que el calentamiento, según estudios recientes, genera aumento de los vientos, como se registra ya en el océano meridional. El viento desplaza la capa superficial de agua y emerge agua más saturada de CO2, lo que limita su capacidad de absorción. Este es un segundo acelerador del calentamiento, explicó el científico de Stanford.
Un tercer factor determinante es la fusión del permafrost en la tundra ártica, que emitirá ingentes cantidades de CO2 almacenado en materia orgánica que ha estado ahí congelada desde hace miles de años. "Las nuevas estimaciones del total de CO2 retenido en el permafrost es del orden de un billón de toneladas (ojo, esta traducido, son mil millones americano)", apuntó Field. "En comparación, la cantidad total de CO2 emitida por la utilización de combustibles fósiles desde el inicio de la revolución industrial es de unos 350.000 millones de toneladas". Se sabe ya que el Ártico está fundiéndose mucho más rápidamente que cualquier otro lugar del planeta y que las plantas congeladas son mucho muy susceptibles a la descomposición al fundirse la tundra, así que este factor también genera un ciclo vicioso de más emisiones/mas calor/más fusión de zonas heladas/más emisiones, ecétera, destacaron los científicos en Chicago. "Estos factores de retroalimentación en la tundra y en las selvas tropicales nos e tuvieron en cuenta en detalle en el último informe del IPCC porque no se comprendían a fondo en su momento", advirtió Fields. "En resumen: ahora sabemos que si no se toman medidas efectivas, el cambio climático va a ser mayor y más difícil de afrontar de lo que pensábamos".
¿Más efecto invernadero por los biocombustibles?
En la misma sesión dedicada a las novedades científicas sobre el calentamiento global Holly Gibbs, de la Universidad de Wisconsin (EEUU) presentó estudios recientes sobre la expansión de los cultivos para biocombustibles y sus efectos. Su conclusión es que si esos cultivos se extienden a expensas de deforestar grandes regiones tropicales, aumentará la emisión de gases de efecto invernadero, en lugar de reducirse.
A esto hay que añadir la creciente presión sobre las selvas, ganando terreno a los árboles, para hacer frente a la creciente demanda alimenticia. Sólo se obtendrá una reducción de emisiones si los cultivos para biocombustibles -sobre todo los más eficaces, como aceite de palma y caña de azúcar- se implantan en terrenos ya degradados o utilizados para la agricultura se obtendrá una reducción de emisiones. Gibbs explicó que los ecosistemas tropicales almacenan unos 350.000 millones de toneladas de carbono e incluso antes de la expansión de los biocombustibles, la deforestación tropical, sobre todo por la expansión de la agricultura, estaba emitiendo ya 1.500 millones de toneladas de carbono a la atmósfera al año.
Fuente: El País.com
Autor: Alicia Rivera (Chicago, enviada especial)
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